Un mundo en constante cambio. Ese es el punto de partida de la flamante colección Spheres by Kinnasand de la firma danesa Kvadrat. “Siempre nos estamos moviendo. Caminando, en bici, conduciendo o en avión. La forma en que vemos el mundo sigue cambiando, a nivel visual, intelectual y también emocional, a medida que vemos la naturaleza y los espacios que habitamos desde perspectivas siempre cambiantes, a distintas velocidades”, explica Isa Glink sobre el concepto de la nueva colección.
Abarca desde las perspectivas macro a las micro. De los dibujos que generan los cultivos, esos paisajes trazados por el ser humano, o los campos a vista de pájaro a los fenómenos que dan forma a nuestra percepción –el aire, el agua, el viento y la luz- en sus distintas dimensiones. Todas estas imágenes se trasladan sobre los tejidos, en su mayoría son estructuras multifacetadas con texturas y colores que recuerdan a los elementos de topografías.
Como parte de Kvadrat, una firma que destaca por su trabajo de investigación y desarrollo, Spheres también desarrolla innovadoras texturas contemporáneas. Al tacto, soprendentes y de gran calidad. Para las cortinas, a veces utilizan distintos hilos para conseguir un efecto final de deconstrucción. En otras ocasiones, trabajan con microestructuras para conseguir transparencia y fluidez; otras, recurren al jacquard para conseguir la impresión de tierra cultivada. Otros tejidos se confeccionan con rayas irregulares para producir una sensación de movimiento suave.
Las alfombras también unen el estilo contemporáneo marca de la casa con las técnicas artesanales. Funden elementos gráficos y orgánicos con un efecto de movimiento, como es el leitmotiv de toda la colección.
Con la inspiración de los paisajes cambiantes y en movimiento, Spheres despliega un amplio abanico de colores, texturas y tejidos. Hay materiales intrincados que recuerdan a miniestructuras, como las sombras o los detalles del suelo. En contraste, otros son naturales, refinados y más artesanales como el lino, la lana y el algodón . La paleta de color también juega al contraste, hila con armonía tonos terrosos y minerales con otros más intensos y vibrantes.
Así como contemplamos los paisajes en movimiento desde el tren o los diminutos trazos terrestres desde el avión y nos abstraemos, estas nuevas creaciones de Kvadrat también nos invitan a ello, con ese confort danés -el hygge- que empieza por conquistar los sentidos.