Nortstudio: los que más saben de geometría y color
Kathleen Opdenacker y Jef De Brabander forman Nortstudio. Con base en Amberes, esta pareja de creativos transformas diseños gráficos en piezas 3D: bancos, mesas..., con mucho color.
Compartir vida y trabajo puede convertirse en una experiencia muy fructífera, como demuestra esta pareja con cuatro hijos que, después de trabajar cada uno por su cuenta, decidieron en el año 2016 comenzar una nueva singladura juntos bajo el sello Nortstudio. Esto les permite, según nos cuentan, "total confianza, entendimiento mutuo y no culpar a los demás". Todo el proceso creativo lo realizan de una forma conjunta, aportando cada uno su propia visión y opinión sobre cada uno de los proyectos. El enfoque de Kathleen Opdenacker se basa en el diseño gráfico, con un buen ojo para los detalles y un amplio interés en los materiales, mientras que el de Jef De Brabander parte de la ingeniería industrial, con un profundo conocimiento de las diversas técnicas y habilidades de los artesanos. "La idea de transformar un material durante el proceso creativo es lo que hace que el resultado sea tan excitante", dice Kathleen.
Los productos que han salido de las mentes creativas de Nortstudio tienen un sello inconfundible, en el que cada banco, mesa, lámpara o taburete de las colecciones que han diseñado (Form, Graphic, Urban Shape y Common) tienen en común su audaz tratamiento del color y de a forma. Este dúo no tiene complejos a la hora de combinar colores (exceptuando el negro). "¿Por qué algunos colores se consideran feos y otros, sin embargo, apropiados? Es fascinante combinar unos y otros y ver qué cosas suceden", opinan. En cuanto a las formas, utilizan figuras geométricas básicas que, al juntarse, logran, además de un impactante y armónico efecto estético, una funcionalidad a la que se niegan a renunciar, a pesar de sus evidentes maneras artísticas. La audacia, la curiosidad y la innovación impulsan el trabajo de Kathleen y Jef, capaces de convertir una composición bidimensional en un objeto tridimensional, evidenciando que ser creativo exige no ponerse límites.