La casa es un lugar vivo que evoluciona contigo. Con la llegada de las distintas estaciones es preciso hacer algunos reajustes para seguir disfrutando de ella. Ahora que llega el verano, prima lograr un ambiente fresco, renovado y con detalles decorativos típicamente estivales.
Las normas básicas a seguir serían utilizar tejidos ligeros, añadir pinceladas de colores estivales y, por último, elegir motivos relacionados sobre todo con la naturaleza. Realmente no es complicado, sólo hay que prestar atención a tres zonas clave: las cortinas, los cojines y la alfombra.
Aunque asociamos el verano al mar y la playa, las diferentes tonalidades de verde también tienen un papel muy importante en la decoración por su vínculo con el campo.
Foto: Eugeni Pons
Las cortinas son el textil por antonomasia que más ayuda a vestir una habitación. En verano, la fuerza del sol obligará a mantenerlas cerradas para que el salón no se convierta en un horno, así que lo mejor es decantarse por un modelo que permita la entrada de luz pero no del calor.
Los tejidos ligeros como el algodón y el lino son buenos aliados para combatirlo ya que, mientras el primero es el más resistente a los rayos del sol, el segundo absorbe muy bien la temperatura permitiendo a su vez el paso del aire. En cuanto al color, los más recomendados son el blanco o el hueso.
Los cojines blancos con motivos relacionados con la naturaleza ayudan a refrescar el ambiente y darle un toque 100% estival.
Foto: Lina Kivaka vía Pexels
El verano es sinónimo de naturaleza. La playa y el campo ofrecen un montón de posibilidades bonitas que ayudarán a refrescar tu salón y disfrutar de esa agradable sensación de vacaciones y tiempo libre. Una buena manera de hacerlo aprovechando las telas es a través de los cojines de algodón.
Como la idea es refrescar el salón, puedes utilizar cojines con colores fríos como el blanco y el azul. Si además, eliges un estampado de rayas y un toque de rojo conseguirás un ambiente de estilo navy. Por otro lado, también son bienvenidos el verde en todas sus tonalidades, el amarillo y el naranja.
Un buen truco decorativo para combinar cojines es mezclar lisos con alguna textura, estampados del color principal y algunos con motivos estivales. Quedarán de fábula todos los relacionados con el mundo náutico (como anclas, nudos o veleros), fauna y flora marinas y, por último, elementos tropicales como palmeras, piñas y tucanes.
Las alfombras también son para el verano, especialmente las elaboradas con fibras naturales.
Foto: Maksim Goncharenok vía Pexels
Por último, y aun no siendo una tela en sí, hay que hacer mención a las alfombras. Siendo como son un gran recurso para unificar, delimitar y hacer más acogedor el salón, no hay por qué renunciar a ellas al llegar el verano, simplemente pueden sustituirse temporalmente.
Según vaya avanzando la primavera, pueden llevarse a la tintorería y asegurar así su buen mantenimiento y conservación durante los meses de calor. Una alfombra de fibra natural como puede ser el yute, resultará más agradable y menos calurosa. Además, al compartir color con la arena de la playa proporcionará mayor sensación de verano.