Nos guste o no, los colores apelan directamente a nuestras emociones y provocan reacciones en nuestro estado de ánimo. Por ello, apostar por una paleta para decorar nuestra casa puede ayudarnos a transmitir una sensación de forma deliberada.
En otoño, las tonalidades cálidas invadirán el interiorismo de los hogares. "Colores verdes, calderos, ocres y marrones son propios de la nueva estación", destaca la interiorista Sandra Tarruella, para quien todas las combinaciones son posibles, aunque se decanta por poner en una misma estancia "diferentes tonalidades de un mismo color y combinarlas todas como en un bosque en otoño, pero jugando con claros y oscuros, agrisados y ácidos", destaca. ¿Los que nunca fallan? Sin duda, los tonos neutros, que sirven como base de la decoración y complementarlos con tonos procedentes de la naturaleza como el verde que transmite calma y paz. "Los complementos cálidos y suaves como mantas, cojines y alfombras son perfectos para incorporar estos tonos en casa con el cambio de estación", destaca la experta.
Aquí tienes, resumidos, los tonos que reflejarán que estás al día en tendencias y a la vez te conectarán con la Madre Tierra.
Beige
Más cálido que el blanco, el color beige forma parte de la gama de los neutros y es perfecto para la los meses otoñales. Permite hacer muchas combinaciones y sirve de base sobre la que hacer que destaquen el resto de elementos de la habitación. Además, el tono clásico por excelencia encaja en cualquier estilo, desde el minimalista, hasta el escandinavo o el tan de moda japandi.
Todo son ventajas con el beige en decoración, un color que aporta calidez y sensación de calma al espacio en el que se encuentra.
Marrón
Goethe fue un gran defensor de los tonos marrones "con muchas gradaciones y matices" frente a los colores demasiado llamativos. Es el tono de las cortezas de los árboles, de las hojas secas que caen al sueño en el cambio de estación. La calidez que desprende y su vinculación con la naturaleza, hacen que este color sea uno de los más recurrentes para vestir la casa en otoño, ya que invita al recogimiento. Resulta particularmente agradable cuando se combina con naranja.
El marrón triunfa por su versatilidad. Puede ser un color cálido si predomina su parte de rojo y un color frío si predomina su parte de azul.
Ocre
La naturaleza en otoño no solo se viste de tonos marrones, también se tiñe de ocre, un color que adquiere un papel importante. En la estación que antecede al invierno las hojas de los elementos vegetales tornan a ese tono amarillento acaramelado que, cuando se traslada al interior de la casa, da alegría a cualquier ambiente. Es infalible para levantar el ánimo.
El ocre tiene la capacidad de transmitir una energía otoñal que recuerda al color de las hojas envejecidas.
Verde
Según los expertos en psicología, este color evoca confort y relajación y nos hace sentir en armonía con el cosmos. Intrínsecamente relacionado con la naturaleza, el verde transmite alegría y buenas energías. Nos llena de ganas de hacer cosas nuevas. Así que si sientes que este otoño la tristeza asoma no dudes en decorar tu casa este color, garantía de triunfo.
El verde, el color de la naturaleza por excelencia, tiene la cualidad de contrastar y combinar con casi todo el abanico de colores.