El verano en la ciudad tiene sus ventajas, como disfrutar de las tradicionales fiestas de barrio o de las calles que el resto del año están abarrotadas, pero normalmente aquellos que no pueden huir del asfalto en los meses estivales deben sufrir las temperaturas con menos piedad que en el campo o el mar. Por ello, para dejar fuera los calores y dar entrada, nunca mejor dicho, a un instante de frescura, recopilamos algunas ideas perfectas para decorar tu recibidor o entrada en plena temporada estival. La bienvenida a casa es siempre lo más importante:
¿Qué colores ayudan a mantener el recibidor fresco?
La primera idea de esta lista de trucos es, como muchas aplicadas en interiorismo, la que tiene en cuenta la paleta de colores. Al calor, colores claros y paredes blancas, un básico que nunca falla. ¿Poco arriesgado? Quizás. ¿Efectivo? Definitivamente. Si además cuentas con un suelo de madera clara o baldosas es el momento de guardar las alfombras por un par de meses para evitar que se genere calor y así esté menos cargada la entrada con textiles pesados.
¿Qué tres muebles o piezas son muy útiles en el recibidor en verano?
Lo más práctico de todo es tener un lugar para apoyar las bolsas (de la playa, de la piscina o del supermercado con los ingredientes para cocinar un gazpacho) y liberar las manos ocupadas. La elección de esta balda de madera nos permite además instalar un zapatero para descalzarnos fácilmente al llegar. Otras dos ideas que preparan el recibidor para sobrevivir al verano en las calles es colocar ganchos de pared en los que colgar sombreros y tener siempre uno a mano, así como un espejo en el que aplicarnos la crema solar antes de enfrentarnos al sol.
Si tu recibidor tiene ventanas es importante tener cortinas de algodón o lino (nada de tejidos pesados de invierno) que mantengan alejado el calor y proporcionen sombra al interior.
¿Qué hacer con el suelo?
Pisar los listones de madera cuando por fin nos quitamos los zapatos al llegar a casa es un instante de placer inmediato, pero para esto debe estar libre de alfombras. Dejar el suelo de madera a la vista es uno de los pasos más fáciles para rebajar grados centígrados.
La otra opción de material más colorida son las baldosas y su capacidad para no mantener el calor. Si el clásico color blanco lo combinamos con colores como el azul o el amarillo conseguimos una llamada inmediata al verano. Para acompañar esta estética tan mediterránea –un estilo que le quitan el trono a los nórdicos cuando llega esta época del año–, lo mejor es escoger materiales naturales de mimbre o ratán, como el cesto de la imagen que da un extra de almacenamiento.
¿Cuál es la pieza de decoración imprescindible en el recibidor cuando llega el verano?
Las plantas. Aunque no son piezas diseño en un sentido literal, y es importante recordar que cada una tiene un cuidado y necesidades de riego específico, las plantas son un gran aliado para mantener el ambiente fresco. En medio del calor sofocante de la ciudad, nada genera una sensación de oasis tan visual como el verde de una gran colección vegetal que además ayuda a que el aire se renueve.