Ahora, más que nunca, es básico el orden y aligerar de objetos superfluos la zona del recibidor.
Todo lo ocurrido durante los últimos meses ha trastocado por completo nuestro concepto del hogar. Sin ir más lejos, hace pocas semanas el recibidor no era más que aquella parte con la que nos topábamos tanto antes de salir a la calle como al entrar a casa. Pero ahora, dadas las circunstancias, su función es muchísimo más profunda. Con el coronavirus aún latente el recibidor ha mutado en un espacio de enorme importancia. Sin ir más lejos, ahora ejerce de escudo porque ahí tenemos todo el material necesario para protegernos del virus y, a su vez, también desde hace relativamente poco procedemos a desinfectarnos en esos metros cuadrados antes de movernos libremente por el resto de las estancias. ¿Qué no puede faltar en cualquier recibidor que se precie en la actualidad? ¿Qué elementos se antojan imprescindibles de cara a los próximos meses? Tomo buena nota de todas estas recomendaciones.
La importancia de tener un zapatero
Los especialistas lo tienen claro: si hemos estado en la calle, aunque simplemente haya sido para deshacernos de la bolsa de la basura, al volver a casa lo primero que deberíamos hacer es quitarnos los zapatos. Ese es el motivo por el que, más que dejarlos en el suelo en un simple rincón, la mejor opción pasa por tener un zapatero o un banco zapatero justo en la entrada. En el caso de optar por este segundo no solamente podremos depositar ahí el calzado, sino también por ejemplo las chaquetas.
Bancos, perchas y cestas que bien podrían hacer la función de papeleras: tres elementos esenciales en los recibidores de hoy.
Tener la ropa colgada siempre es un plus
Las perchas son las mejores aliadas para evitar la posibilidad de que, a través de la ropa, el virus se extienda por el resto de las habitaciones. Parece algo obvio, pero nunca está de más tenerlo presente. Y más teniendo en cuenta de que una percha no ocupa apenas lugar y sólo aporta beneficios.
Prescinde de las alfombras
Sí, tal como lo lees. El recibidor en estos momentos tiene que renunciar a cualquier elemento superfluo, por lo que tener una alfombra en esa zona concreta ahora mismo carece de todo sentido. En el caso de que no quieras deshacerte de ella no vas a tener más opción que, como mínimo, lavarla un par de veces por semana a 60 grados, la temperatura que también se recomienda para las prendas de ropa.
Una repisa, por muy pequeña que sea, siempre es de gran ayuda para tener a mano lo esencial antes de salir de casa.
Ten las llaves siempre a mano
¿Cuántas veces has estado a punto de perder la cabeza porque, por arte de magia, las llaves han desaparecido? Pues eso tiene fácil solución disponiendo de un guardallaves justo en la entrada. Es tan práctico que te preguntarás por qué demonios no habías tenido uno antes.
Prepara un rincón para tu nuevo kit básico
Mascarilla, guantes y gel hidroalcohólico. Ese es el tridente más importante en esta era del coronavirus, de modo que deberías contar con una pequeña repisa o una bandeja especial en la que no falte ninguno de estos tres elementos. Puestos a pedir también te recomendamos que tengas ahí una bolsa de plástico con cierre zip para guardar con el máximo de protección la mascarilla reutilizable.
Los residuos no sólo se tiran en la cocina
¿Verdad que tendrás que deshacerte cada día de parte de ese kit de protección siempre que vuelvas a casa? ¿Dónde vas a dejar los guantes o las mascarillas quirúrgicas de un solo uso? La respuesta pasa por tener en el recibidor una pequeña papelera que única y exclusivamente habría que usarse para este cometido.
Un zapatero también pasa a ser algo de suma importancia en este espacio.
No dudes en aligerar la zona
Anteriormente, al hablar de las alfombras, ya te hemos dicho que en este espacio de ahora en adelante solamente debe haber lo imprescindible. Aquellos bolsos y mochilas que amontonabas en la entrada tendrás que ponerlos en otro lugar. Da igual cuál, pero en el recibidor no.
Doble barrera
Instalando una nueva puerta (ya sea normal o corredera) mutarás el recibidor en algo así como un búnker antivirus porque lo aislarás del resto de la casa. Eso sí, esos metros cuadrados cada día, sin excepción, tendrían que estar sumamente desinfectados. En caso contrario no tiene sentido que encierres el recibidor de esta forma.
¿Y qué hago con la bicicleta?
Atendiendo a que la bicicleta va a ser el medio de transporte al que más personas van a recurrir en lo que queda de año, el recibidor se antoja como el lugar perfecto en el que colgarla. De esta forma siempre la tienes bien cerca de la puerta de casa y, al volver, no vas a contaminar con las ruedas ninguna otra habitación.