Casas prefabricadas

¿Vivirías en una casa flotante?

A lo mejor te lo planteabas en alguno de estos 7 románticos (y contemporáneos) hogares náuticos

Txema Ybarra

23 de diciembre de 2019, 17:10

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Al gusto del cliente

Proyecto desarrollado por la empresa portuguesa de ingeniería y diseño náutico Friday, en colaboración con PanoramAH!, la casa flotante Floatwing se adapta a todo tipo de aguas de "interior" –lagos, ríos, embalses...– y es capaz de soportar olas de hasta un metro de altura. Este hogar náutico incorpora dos motores fueraborda que la llevan a alcanzar una velocidad máxima de 6 km/hora. A partir de un módulo básico de 6 metros de ancho y 10 de largo, que cuenta con cocina americana y la parte superior descubierta a modo solárium, se puede crear una casa de hasta tres habitaciones con bodega y terraza incluidas. Conforme se sumen módulos de forma horizontal o vertical, se puede alargarse hasta los 18 metros o los cuatro pisos de altura. Dispone de paneles fotovoltaicos y de una estación de tratamiento de aguas

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Vacaciones a flote en Berlín

En el mundo globalizado la oferta turística es sencillamente abrumadora. Tengamos en cuenta, además, que el de los viajes fue uno de los primeros sectores en sacarle rentabilidad a Internet. Así que te metes en google, comienzas a buscar y enseguida te pierdes. Pero hay referentes, como el portal Welcome Beyond, con una cuidadísima selección de apartamentos y hoteles para pasar las vacaciones, incluida esta house boat en Berlín. Desde 180 euros la noche, la casa flotante ofrece un dormitorio y una cama adicional en el salón, que dispone de chimenea. La cocina está equipada con todos los electrodomésticos y el precio incluye dos bicicletas para explorar la ciudad y la bahía que rodea la casa.

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Me la llevo en tráiler

El canal de Borcea, afluente del Danubio en Rumania, es el hogar de esta casa flotante DOC, diseñada por Lime Studio. Las variaciones del nivel de agua que acompañan los cambios estacionales, así como el presupuesto, aconsejó que su estructura se adaptara a un tráiler para poderla mover de sitio cuando fuera necesario. Resultó así la configuración de un espacio simple y compacto, que sirve más para pasar el día y disfrutar de los deportes acuáticos. Las grandes ventanas proporcionan magníficas vistas del paisaje lacustre y aún así hay privacidad debido a su posición en el canal.

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A gran escala

La casa flotante se puede llevar a otro nivel y hacer de ella la base para una urbanización, como ocurrió en el barrio portuario de Steigereiland, en Amsterdam (Holanda). El complejo comprende 75 hogares de este tipo, diseñados por el estudio de Marlies Rohmer. Grandes dosis de romanticismo y un sentido muy práctico de la vida propio de esas tierras se dan la mano en el proyecto erigido en base a módulos prefabricados. Dado lo difícil que está encontrar metros cuadrados libres en el país, que nunca ha tenido reparos en conquistar terreno al mar, se antoja como una solución ideal que encaja a la perfección con el espíritu innovador de Holanda. Las casas se construyeron siguiendo un híbrido de los sistemas holandés y canadiense en base a plataformas de hormigón flotantes.

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Con conciencia

Pocos tipos de construcción emanan tanta paz como una casa flotante. Ryan Mankoski de Ninebark Design Build y Dyna Contracting colaboraron para crear una que descansara en la bahía de Portage, en Seattle (Estados Unidos). Después de vivir a ras del agua durante 10 años, el dueño estaba preocupado por los problemas ambientales que generaba este tipo de vida. Con esto en mente, trabajó con el arquitecto para crear una vivienda funcional que honrase su entorno. Un flotador original del siglo XIX fue la base para el nuevo hogar, construido con madera de cedro recuperada. La cocina abierta y el salón-comedor se inundan de luz, mientras que para el dormitorio, la oficina y el cuarto de baño se reservó más intimidad. En la azotea todo son sensaciones agradables.

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Una experiencia vía Airbnb

Entre la numerosa oferta de Airbnb de alojamientos en Amsterdam destaca esta casa flotante para cuatro huéspedes con tres dormitorios y dos baños, también en Steigereiland. Desde su terraza se contempla el atardecer y, ofreciendo una sensación de total aislamiento, se encuentra a solo 10 minutos del centro de la ciudad en tranvía. La experiencia de vivir en una vivienda sobre el agua será total.

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Siguiendo la corriente

La casa flotante es la tipología arquitectónica que quizá tenga mayores resonancias románticas. En el lago Dal, en Cachemira, flotan decenas de houseboats hechas en madera, conjugando el estilo local y el victoriano; en los canales y ríos europeos sus alféizares rebosan en primavera de floridas macetas, mientras que en los aledaños de Candentown, en Londres, salvaguardan la quintaesencia del hippismo. Pero no solo viven del pasado. Proyecto de Milan Ridky, esta casa flotante en la República Checa se hizo para que una pareja viviera con la máxima confortabilidad durante todo el año. Aunque de concepción funcional, rebosa detalles de buen gusto: sus esquinas redondeadas, las barandillas de acero, los detalles en metal…. Limpia y sencilla en el exterior y con una gran terraza en el piso superior, donde el dormitorio disfruta de generosas vistas, esconde en la popa un jacuzzi descubierto. Su ancho es de 4,2 metros y la segunda planta se desmonta para poder transportar la casa por carretera.

Estilo de vida