Un loft para vivir en Brasil

Este loft de 100 m² está situado en el barrio residencial de Morumbi, en São Paulo. Los materiales de primera clase y la funcionalidad han sido las dos premisas sobre las que ha trabajado Diego Revollo, el arquitecto encargado de la reforma, al que no es la primera vez que le encargan un loft.

La estructura original del apartamento, un espacio diáfano con un encantador medio piso, hizo que el arquitecto no tuviera que hacer una gran remodelación para seguir las indicaciones del propietario, un amante de la estética de los loft de los años 70 en Nueva York. El baño es el espacio que ha sufrido más modificaciones: se ha reducido su tamaño y se ha apostado por un color arriesgado y favorecedor, el negro.

Las paredes de ladrillo visto y las tuberías marcan el ritmo de un piso en el que los espacios están perfectamente integrados. El banco en forma de L de la cocina ha sido sustituido por una mesa de comedor, para eliminar cualquier barrera física y visual.

Diseñada como una gran caja, la zona social tenía los techos y las paredes de cemento, que Revollo decidió conservar, para mantener el carácter industrial. La incorporación de revestimientos no habrían hecho más que restar personalidad a a la casa, según el arquitecto.

El mobiliario va en función de la estructura. Para calentar una paleta esencialmente oscura, se ha cubierto el piso con madera tauari y objetos de color. El principal atractivo de la estancia es la estantería con un panel especial para el televisor de grandes dimensiones, diseñada por Revollo especialmente para la ocasión. Una estructura que se asemeja a un montón de cajas y que permite ver la textura de la pared al fondo.

Los tonos bien orquestados apoyan la atmósfera industrial desde la calidez y con la complicidad de la luz natural.