¿Vivir en el desierto? En esta casa brutal y con un toque zen, sí

La arquitectura de los edificios se diseñó teniendo en cuenta las excelentes vistas que se divisan desde cada sitio, destacando las del oeste y el sur dado su entorno montañoso.  Allí se enmarcaron acertadamente el salón y el dormitorio principal de una manera muy atractiva que muestra el aprecio por el entorno.

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Una casa de madera moderna y perfecta para vivir en el campo

Para los materiales, el color y las texturas era importante crear un diálogo que fomentara la creencia de que la arquitectura puede tener un efecto calmante y relajante tanto en el estado de ánimo como en la vida cotidiana. Los materiales fueron seleccionados por su sencillez y honestidad y se presentan con su belleza natural. 

Las principales superficies y elevaciones de las estructuras se diseñaron de forma lineal y plana, reforzando la simplicidad y la sensación de paz. Así, paredes y superficies están adornadas solo con los materiales estructurales, lo que pone de manifiesto su excelente calidad.

Entre sus materiales se incluyen hormigón, acero negro, piedra natural, roble blanco, mampostería, cantos rodados y rocas naturales. Se permite la textura y la yuxtaposición de las materias primas para crear un espacio que agrade a la mente y el espíritu. 

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Esta casa cambia al ritmo que crece la familia que la habita

El objetivo era presentar un enfoque puro y simple de la arquitectura y el paisaje. Se buscaba una apariencia limpia y sin adornos, orgánica pero refinada. Un estilo de belleza natural que permite que las personas, el paisaje y los muebles sean la decoración dentro del entorno construido. Presentar de forma sencilla y básica tanto el material como la forma le da a este estilo de arquitectura una apariencia diferente y única frente a la que suelen mostrar las casas del desierto. 

Al igual que sucede con el exterior, el interior es fiel reflejo del cuidado y el esmero con el que se ha planteado y diseñado la vivienda. Las áreas comunes cuentan con todo lo necesario para disfrutar de un rato agradable en una estancia tremendamente acogedora a base de suaves y variados textiles.

La paz y tranquilidad del exterior llega hasta el dormitorio en forma de cálido refugio que, además, cuenta con una zona de trabajo.

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