Una vivienda (casi) monocroma al ritmo de bossa nova y naturaleza tropical
El arquitecto brasileño Nildo José toma como inspiración su Bahía natal para dar forma a este apartamento diáfano donde el juego de texturas y materiales se llena de versatilidad entre luces y sombras
Viajamos hasta la ciudad brasileña de São Paulo, para adentrarnos en este apartamento conceptual donde el arquitecto Nildo José, en colaboración de la firma Duratex, especializada en soluciones arquitectónicas a base de paneles laminados y vinílicos, ha echado a volar su ingenio a partir del uso de diferentes materiales inspirados en su tierra natal, Bahía. A lo largo de los 155 m2 de superficie de la vivienda, el autor del proyecto establece un vínculo emocional que, si bien se aleja formalmente de las construcciones residenciales de Bahía, sí que se inspira en ellas y en la naturaleza tropical de la zona. Tal es el caso de los revestimientos de madera oscura empleados en paredes y techos, inspirados en la madera de Jacaranda, árbol típico de Bahía; o el empleo de pantallas de muraxabi o rejilla, tradicionales de la arquitectura bahiana.
Adentrarse en el interior de este proyecto es como hacerlo en una máquina del tiempo que tanto echa la vista al pasado con mobiliario de estilo Mid Century como salta al futuro con soluciones compactas, integradas y marcadamente plásticas que recuerdan a una estética de ciencia-ficción. A partir de una planta en forma de L, totalmente diáfana y sin ningún tipo de particiones estructurales se organizan las diferentes área. Junto a la puerta de acceso, una sala de estar con mobiliario de tapicería color crema y madera, sirve de antesala para la zona de cocina. Esta cuenta con una escultural isla de trabajo y una caja con paneles de melamina blanca a modo de rejilla cuadriculada que aloja en su interior la zona de aguas y módulos de almacenaje. La misma estructura, pero en su lado opuesto, da cabida al cuarto de baño del dormitorio principal, situado en el extremo de la planta. Ambos cubículos se abren y cierran fácilmente a través de puertas plegables que dan libre acceso y ocultan lo que en ellos se aloja.
Frente al suelo de piedra natural y el revestimiento alistonado que se arquea al llegar al techo se abren grandes ventanales que dan al jardin de las "Espada de São Jorge", diseñado por Bia Abreu. Este, a su vez, comunica con el amplio salón situado al otro lado de la vivienda y presidido por cinco largas estanterías repletas de cientos de botellas de vidrio transparente llenas de arena de Bahía. Aquí, donde el mobiliario es eminentemente blanco, el juego de texturas y materiales da como resultado una composición tan sofisticada como equilibrada, tan elegante como esencial.