Un vestido completamente nuevo
Reforma de un apartamento en el Born (Barcelona) para una profesional de la moda, por el estudio CaSA
Una joven italiana, profesional de la moda, se trasladó a vivir a un viejo edificio del barrio del Born (Barcelona). El apartamento tocaba renovarlo de arriba abajo y el estudio CaSA (Colombo & Serboli Architecture) le dio un vuelco completo a su distribución para traer de vuelta las grandes proporciones de los espacios antiguos, con techos abovedados de 4 metros, grandes ventanas y gruesas paredes.
Todas las particiones previas se demolieron dejando solo una pared estructural alrededor de un nueva habitación. La pieza clave del proyecto es una unidad de almacenamiento a medida, que divide la entrada de la sala de estar para convertirla en un vestidor disfrazado. Hecha a medida, resalta las generosas proporciones de los espacios recuperados. El gabinete del piso al techo, de intenso color azul, estilo boiserie, fue diseñado para cumplir con la solicitud del cliente de proporcionar almacenamiento para la ropa, sus accesorios y el equipo deportivo, así como otros artículos para el hogar. El ritmo de los paneles lacados oculta el acceso directo al dormitorio desde la entrada principal a través de una puerta doble, como una entrada secreta que mantiene la habitación privada e independiente.
Una gran puerta rosada conecta la sala de estar con la entrada mientras oculta las puertas del armario a ambos lados. En la entrada, la luz la proporciona un globo de cristal minimalista y un nicho de 120 cm de profundidad que se asoma a la sala de estar, donde a un sofá Mags de Hay le acompaña una silla Roll Club de Kettal. Esta y la cocina comparten un mismo espacio al que llega la luz a través de dos enormes ventanales, cuya madera original se ha restaurado, conservando los detalles de los contraventanas. Se quitaron los falsos techos para exponer las bóvedas catalanas y las vigas de madera, pintadas de blanco. La pared de soporte de 40 cm que ahora divide el dormitorio y la entrada se ha cubierto con un tratamiento táctil áspero para realzar su gruesa presencia.
La cocina abierta cuenta con una península redondeada con fregadero y lavaplatos, que funciona como una zona de comedor informal dominada por tres lámparas colgantes con detalles de latón y cuerdas de color burdeos que combinan cromáticamente con el tubo de la campana. Los armarios están acabados en un gris cálido. Ambos lados de la cocina se apoyan sobre un volumen en forma de arco, de color coral que oculta un tocador. La original estructura acabada en arco oculta el cuarto de baño de invitados, una petición expresa de la propietaria.