Una reforma en Madrid con A+
Estudio Ábaton gana el premio Architizer 2017 al mejor apartamento por la puesta al día de un piso en la calle Alcalá. Alberto Campo Baeza también resulta galardonado
Fundada en plena crisis inmobiliaria por un arquitecto norteamericano en paro, Marc Kushner, y con el respaldo de un importante fondo de inversión, Architizer es una plataforma web para poner en contacto a los arquitectos con los proveedores de servicios en la construcción de un edificio, un ámbito que abarca desde las firmas de mobiliario hasta marmolistas y marcas especializadas en carpinterías. En 2013 arrancaron sus A+ Awards, que en tan poco tiempo se han convertido en uno de los premios de referencia de la profesión. En su última edición vuelven a mirar a España, puesto que el galardón en la categoría Apartment ha recaído, tanto por parte del jurado como por la votación popular, en la reforma de un apartamento situado en un edificio de 1900 de la calle Alcalá de Madrid. La obra la firma los estudios Ábaton, con base en Madrid, y Wespi de Meuron Romeo, en Suiza. Además, el homenaje de Alberto Campo Baeza a Luis Barragán en la casa Domus Aurea, en Monterrey (México), se ha llevado el premio popular a la mejor casa privada XL, de más de 5.000 pies cuadrados (465 m2).
La vivienda original de la calle Alcalá estaba sin tocar desde la década de los años 40 y a ella se unió la azotea y el antiguo espacio de los trasteros. Se partió de la idea de conectar las dos plantas y generar un nexo entre la tradición y el espíritu moderno. Se recuperaron las formas originales de los antiguos tejados para generar un juego de formas y sombras en el interior que contrastan la luz natural que llena el espacio desde diferentes orientaciones. El suelo de madera se sustituyó por otro nuevo de roble con acabado natural. La configuración de las habitaciones apenas se modificó, añadiendo nuevas funcionalidades. Sobre todo, son el vestíbulo, el pasillo y el dormitorio principal los que adquieren un aspecto más moderno.
El ático, sin uso, se rehabilitó como la sala de estar principal, con acceso a la terraza de la azotea. Esta planta es minimalista y sin elementos tradicionales. El techo a dos aguas produce la cálida sensación de cueva o cabaña, en cuya parte más alta se instala la cocina. La uniformidad cromática del color blanco también se extiende a la planta baja, constituyéndose como principal nexo de unión entre las dos alturas, para que el salto de una a otra sea con red.