Todo empezó con una pregunta: ¿podéis hacer un espacio exterior para usarlo los 365 días del año? En un clima templado como el que tenemos en España parece bastante sencillo, pero en un clima extremo como el de Kuwait hacía falta pensar en estrategias nuevas, de modo que desde el estudio español AGi architects preguntaron al cliente: ¿Puedes vivir en un espacio exterior situado a distintos niveles? ¿Puedes diferenciar tus actividades exteriores entre nocturnas y diurnas, veraniegas e invernales?
Se estratificaron los usos exteriores en función del periodo del año y las horas del día en los que se desarrollarían, diseñando, en consecuencia, tres jardines. El Jardín Húmedo, en la planta baja, activa otros espacios en la época más calurosa. Recogido entre los espacios más sociales de la casa, es donde se encuentran la piscina y algunas fuentes. En el estrato más frío, enterrado a cuatro metros bajo el nivel de la calle, se encuentra el Jardín de Verano, protegido por la inercia del terreno y las sombras proyectadas por el volumen de la vivienda. Encierra una gran lámina de agua que permite la evapotranspiración para refrescar el aire que por convección asciende y llega a los espacios superiores.
El tercero está situado en la cubierta y es un lugar ideal para los días de invierno y las noches en las épocas calurosas. Una piel perforada cubre el Jardín de Invierno, evitando la radiación solar directa, además de prevenir las miradas de los vecinos. Estos tres jardines se unifican como un único espacio exterior y se conectan, de forma visual y física, a través de escaleras exteriores. A partir de los vacíos generados se desarrolló el resto de la vivienda.
Para entender esta vivienda, otro aspecto importante es la circulación interior, ligada al concepto de familia de los clientes. Desde la misma entrada, la separación de los espacios y niveles actúa como un filtro para los invitados. Los recorridos, por el interior y el exterior, conectan visualmente las zonas públicas y dejan más protegidas las privadas. Al volumen muy cerrado hacia el exterior, con un revestimiento uniforme de piedra, se contrapone la total transparencia de los espacios que se vuelcan hacia el patio interior, revestido en un azulejo cerámico blanco que refleja la luz y ayuda a iluminar todas las estancias de forma natural.
La firma PanoramaH! ha colaborado proveyendo los paños de vidrio y las minimalistas ventanas ofrecen la ilusión de estar viviendo en el exterior. Su aislamiento térmico se refuerza con un tratamiento iónico invisible que bloquea la radiación del sol.