Lo que eran antes el dormitorio de servicio y el trastero, el estudio F+F Architectes lo convirtió en un espacioso dúplex que ocupa la última planta de un edificio Art Nouveau construido en 1901 en Estrasburgo (Francia). Frente a la ornamentación recargada del mencionado estilo, en esta reforma se optó por la limpieza conceptual, empezando por una paleta de materiales muy limitada: suelos de madera, mobiliario de DM en negro y grandes y delgadas hojas de cerámica para baños y encimera.
La zona privada se encuentran en el nivel de entrada al piso, mientras que la planta superior es un loft abierto con cocina, salón y comedor. El parqué de pino barnizado, que había adquirido un color anaranjado, se restauró con una técnica escandinava consistente en dar lejía para bloquear la pigmentación. Una vez pulidas, las tablas muestran un tono un blanco pálido, semi-mate, con una superficie muy suave al tacto.