La torre de cristal de Mies van der Rohe
Renovación de un apartamento de una habitación en Chicago (EEUU), por Vladimir Radutny
Situado en el número 860-880, de Lake Shore Drive, a orillas del Lago Michigan, este apartamento de una habitación se encuentra en una de las torres gemelas de acero y cristal diseñadas en 1951 por Mies van der Rohe en Chicago. De 26 plantas, se encuentran protegidas por el Registro Nacional de Edificios Históricos dado que fueron predecesoras directas de las torres residenciales modernas.
Con un total de 70 metros cuadrados, la vivienda está proyectada como un espacio diáfano con acristalamientos en la fachada norte y oeste que ofrecen una vistas privilegiadas del entorno. Precisamente fue éste el factor mas importante para la remodelación llevada a cabo por Vladimir Radutny: conseguir unas vistas del lago sin obstrucción, desde cada rincón del apartamento. Con esta premisa el arquitecto eliminó los tabiques del dormitorio y lo trasladó a la cara oeste.
La nueva habitación está separada del resto del apartamento por una partición de cristal, con degradado al ácido, que confiere una mayor privacidad sin obstaculizar las vistas. Con el mismo objetivo, el equipo instaló una unidad de almacenamiento en el perímetro oriental, que permite mantener el espacio siempre ordenado. Las modificaciones en la cocina incluyen nuevos armarios en gris claro y estantes de madera y metal, todo ello con una gran ligereza visual. Un armario empotrado oculta el frigorífico, el horno y espacio de almacenamiento.
El estudio recurre nuevamente al cristal grabado al ácido para separar el baño del salón. En el primero se retiró la bañera y se remplazó por una ducha con mampara acristalada. Un lado de la ducha está revestido con un vidrio "inteligente" que se transforma de translúcido a blanco para conservar la intimidad; aun así, permite el paso de luz natural. Por su parte el salón juega con puertas correderas que abren un espacio fluido con un estilo depurado en el que menos es más y el diseño late en cada mueble. Todo el apartamento está enfocado en una gama cromática muy sutil para no restar protagonismo al exterior, por eso las paredes y el techo están pintados en blanco, el suelo está cubierto con epoxy en un apacible gris satinado y la madera del mobiliario a medida aporta calidez, pero armoniza con la paleta de colores del conjunto.