El propietario de esta vivienda había dejado su piso de París para instalarse en un apartamento del centro del Eixample barcelonés. Con él traía su colección de fotografía y para integrarla en el espacio confió con el buen ojo del estudio L'intrépide. "El reto del proyecto era amueblar y decorar el espacio sin entrar en rivalidad con la maravillosa arquitectura ornamental de suelos y techos", explican Ignasi y Xavi, los interioristas artífices del diseño. El resultado es una vivienda con un acento clásico donde la ecléctica decoración no solo convive en armonía con las fotografías, sino que contribuye a destacarlas.