La sorprendente fachada interactiva de esta casa gira para conseguir la luz perfecta

Los paneles blancos envuelven un volumen cuadrado que se apila y se coloca en voladizo sobre una estructura en forma de L para formar esta casa de Brasil de 600 metros cuadrados.

 

Algunos de los paneles también forman contraventanas que se pueden abrir con una palanca dentro de la residencia para revelar el acristalamiento detrás de ellos.

Al abrirlas todas las puertas de la planta baja se crea un espacio social continuo desde el frente hasta la parte trasera, donde se encuentra la piscina y una terraza descubierta, configurando una gran terraza techada.

La selección de muebles escogida para Casa Ventura mezcla de piezas modernas y contemporáneas de arquitectos y diseñadores brasileños.

"Con la apertura total de las ventanas, los ambientes del interior y el exterior se fusionan, ampliando aún más las posibilidades de uso de los espacios sociales", dicen desde el estudio. El nivel del suelo está prácticamente acristalado, aunque también hay dos volúmenes monolíticos cubiertos con paneles de hormigón armado para albergar la escalera, el ascensor y un baño.
 

Entre los detalles interiores de la casa destaca una chimenea de piedra blanca y negra que se inserta en un gran mueble de madera que da a la sala de estar.

 

La composición que forman los materiales de carpintería y mobiliario crea un ambiente confortable que se potencia por el uso de elementos y colores naturales. Debido a que se encuentra en una esquina y aglutina a un considerable flujo de personas, el interior se protege mediante vegetación, que también sirve para bloquear los vientos del noreste, característicos de la región brasileña.

Se decidió ocupar la planta baja con espacios sociales, abiertos al exterior, mientras que en la segunda planta están los cuatro dormitorios y todos los ambientes de ocio privados, que incluyen un spa y la sala de televisión.

En contraste con la composición más abierta de la planta baja, la segunda planta se caracteriza por un volumen único, con un aspecto más tectónico y privado. Para ello, Arquitetura Nacional desarrolló un módulo de cierre GRC (cemento reforzado con fibras de vidrio) para crear un filtro entre el exterior y el interior.

El diseño de la fachada en la segunda planta fue pensado para dirigir la luz del día hacia el interior de un manera difusa y suave, y al mismo tiempo dando privacidad a las áreas íntimas de la casa. En los dormitorios y el spa los módulos son pivotantes, lo que permite una mayor apertura al paisaje cuando se desea.