Como un gran lienzo en blanco, así se encontró el interiorista Luis Higueras esta casa de cuatro dormitorios en Madrid. Un espectacular esquinazo a la plaza de Isabel II con el edificio de la ópera y la calle Carlos III y con vistas al Palacio Real. "Cuando encontré esta casa me enamoré del espacio, era completamente diáfana y observé un mundo de posibilidades. Una de las premisas fundamentales en este proyecto para mí era que el continente fuera tan bello como el contenido, la casa por si misma debía de ser bonita y especial", cuenta el artífice del proyecto.