Así sería el escondite perfecto de James Bond
La residencia ‘On the Rocks’ del arquitecto David Tajchman se levanta sobre las aguas del Mediterráneo y bajo un espectacular diseño de líneas aerodinámicas
No sabemos si el arquitecto francés David Tajchman se ha inspirado en James Bond para dar forma a esta espectacular vivienda entre los acantilados de la costa oeste norteamericana, pero es fácil imaginar en ella al mítico agente, creado por el escritor Ian Fleming, en plena misión secreta. La vivienda, de 400 m2 está encaramada en lo alto de una roca sobre el mar, con un diseño circular que se asienta sobre la línea natural del paisaje para disfrutar de las vistas sin obstáculo. Para ello, el imponente frente de la casa cuenta con ventanas panorámicas de suelo a techo.
Situado a 30 minutos de un aeropuerto local, el viaje que precede la llegada a la casa es parte del proyecto desarrollado por David Tajchman. Un recorrido que indica la forma en que los clientes eligieron la ubicación específica de la casa y descubre lentamente los diferentes paisajes que la preceden: el mar, las rocas y finalmente el bello paraje que la arropa.
La entrada a la casa, un sutil saliente que proporciona tanto protección como sombra para el sofisticado vehículo del propietario, actúa como antesala a la estética que caracteriza a la vivienda, y proporciona una inmersión total al concepto planteado por David Tajchman e inspirado en el vaivén de las olas del mar. En el interior, la disposición circular crea un espacio fluido que representa la fluidez del agua que hay debajo. La incalculable cantidad de luz natural que incide a través de las enormes ventanas, junto con su decoración de estilo contemporáneo hacen de la casa un paraíso sobre las aguas.
Abierta y diáfana, la cocina ocupa un lugar preferente y elevado dentro del proyecto. Situada frente a la gran apertura de la vivienda, permite cocinar mientras se disfruta de la gama de azules que brindan el cielo y el océano durante las diferentes horas del día. Un alargado volumen de madera, a modo de isla, aglutina la zona de trabajo, cocción y aguas y se prolonga más allá para dar continuidad a una mesa de comedor con sillas a ambos lados. Ante ella, una elaborada composición de formas curvas y piezas de mobiliario integrado terminan por desembocar en un área central en forma de foro. Bajo esta zona común de la vivienda, y preservando su naturaleza privada, se emplaza la zona de noche, provista de tres dormitorios y baños.