Así abraza la costa australiana el salón de esta casa de playa
Bajo una singular cubierta de madera de pliegos abovedados, obra del estudio Madeleine Blanchfield Architects, se abre una vivienda de interiores minimalistas y ambiente sereno que asoma a la naturaleza exterior.
En plena costa este de Australia, concretamente en Crescent Head, es donde la arquitecta Madeleine Blanchfield ha proyectado esta vivienda para una pareja de jubilados que quiere disfrutar de la playa y de la naturaleza en un ambiente diáfano y minimalista. La vivienda se asienta en una colina junto a otras casas con techos inclinados. Tomando como punto de partida el contexto circundante, se ha proyectado una cubierta de madera que, si bien es recta, presenta unas formas geométricas abovedadas que visualmente parecen ladearse como el resto de construcciones. Los controles de planificación en el área han cambiado recientemente por lo que la altura y el volumen de la casa es claramente mayor que las viviendas vecinas existentes. Bajo estas condiciones, el estudio de Blanchfield ha trabajado para minimizar el impacto de la casa y a la vez maximizar las comodidades de los clientes dando respuesta a las condiciones existentes.
El proyecto trata la casa como un todo, en lugar de separar los interiores y la arquitectura. El empleo de madera, hormigón, cerámica, cristal y yeso en la construcción, así como la pureza del volumen estructural de la casa son fruto del entorno y las condiciones. La ventilación cruzada, la protección solar, los disipadores de calor y el uso de materiales locales fueron fundamentales para el diseño de la casa.
Provista de dos niveles, la planta superior está pensada para ser la vivienda de los propietarios, diáfana y de gran amplitud, que realza la apreciación de las vistas y del entorno natural; mientras que la planta inferior se ha proyectado como un apartamento para invitados con tres dormitorios que dan al jardín. En ambos niveles, la sensación de luz y apertura se abraza en todo momento.