Ante la necesidad de ampliar su hogar, los propietarios de esta vivienda estuvieron seis meses valorando opciones antes de decantarse por reacondicionarla y adaptarla a sus deseos y prioridades.
El reto de la reforma la hecho frente el arquitecto Daniel Boddam, con sede en Sídney, quien ha partido del viejo bungalow de estilo californiano en Mosman donde habían vivido los propietarios durante cinco años antes de la reciente reforma.
Reforma de alta tecnología: a medida de los propietarios más geeks
En el momento de proyectar la casa, los objetivos estaban claros, fusionar una arquitectura simple y elegante con la máxima funcionalidad e integrada en el entorno.
En este sentido, el resultado es una casa marcada por una gran cantidad de luz natural, provista de transiciones perfectas entre el interior y el exterior, espacios abiertos generosos, opciones de calefacción y refrigeración pasivas pero efectivas, y automatización de alta tecnología. Esta última fue defendida por el propietario, profesional de la seguridad informática.
Junto a las premisas más funcionales, se quiso dotar a la vivienda de cierto sabor tropical, que evocara a Honolulu aun y estando en Mosman, en la costa de Sídney. Con ello se busca huir de la rutina diaria en medio de un espacio propio de vacaciones del que disfrutar todo el año.
Una fachada equilibrada y minimalista esculpe un juego de sombras tanto dentro como fuera de la casa. El exterior está formado por fuertes líneas geométricas sobre las cuales descansan dos módulos de madera, todo ello delimitado por mampostería de piedra.
Una solución bioclimática para adaptarse al clima tropical
Durante todo el año, la vivienda echa mano de sus soluciones arquitectónicas para mejorar el clima natural. A través de paneles solares y baterías, en verano la casa tiene la capacidad de funcionar de forma pasiva. Asimismo, al estar emplazada en un lugar predispuesto a una brisa constante, el aire acondicionado se utiliza raramente. En los meses más fríos, la calefacción por suelo radiante trabaja de forma sostenible para mantener la casa caliente durante el invierno.
La vivienda, provista de cuatro dormitorios, cuatro baños, una cocina de planta abierta, un comedor, una sala de estar, un sala de entretenimiento, estudio y lavandería, queda totalmente armonizada gracias a la carpintería personalizada y la gama de tonos neutros que tiñe los diferentes espacios. Junto a ellos, el exterior se completa con un porche cubierto a modo de comedor con barbacoa y una terraza ajardinada con piscina, desde la que disfrutar del buen tiempo que regala el lugar.