Semana Santa en Marbella

Es una vivienda de verano en Marbella, resultado de unir dos casas colindantes a través de sus salones. La nueva vivienda, proyectada por el estudio MLMR Arquitectura y en cuyo interiorismo han colaborado las firmas de interiorismo Sagaseta y Pedro Peña, dispone de cinco dormitorios con cuarto de baño y vestidor, una amplia terraza y un extenso espacio que incluye la cocina, el office, el salón y el comedor.

Interesante la función composicional de este espacio, ya que atraviesa en diagonal toda la casa, organizando su fluidez y dinamismo. En este sentido, el office es el corazón de la vivienda: funciona como recibidor y como punto de encuentro entre el salón y la cocina. Abrazado por un banco corrido de roble a un lado y una gran caja de madera de manzano al otro, se comporta como el lugar idóneo para desayunar y acoger a los invitados.

Detrás de ese espacioso armario de madera se sitúa la amplia cocina donde reina el blanco. La luz penetra con ímpetu mediterráneo y se refleja en los muebles y el roble del suelo otorgando una cálida intimidad en el ambiente. Separados solo por una estantería, el salón y el comedor forman una única estancia. Y para crear una mayor sensación de amplitud, los muebles de gran tamaño se ubican muy alejados unos de otros. La ligereza de las cortinas de lino marca un leve límite con la terraza, que abarca todo el frontal de la vivienda y permite, además, el acceso directo a tres de los dormitorios.

Sobre el suelo de madera de ipé, los sofás y las mecedoras de mimbre convierten la terraza en uno de los lugares más frescos y atractivos de la casa, sobre todo durante las cálidas noches del verano marbellí. El interiorismo se basa en un diseño sofisticado del mobiliario, unido a una arquitectura sobria y respetuosa con el entorno.