Para diseñar esta casa de nueva construcción el arquitecto Guillem Carrera realizó un estudio preciso del entorno, empezando por las viviendas vecinas. Ubicada en la histórica localidad de Santes Creus, en el municipio de Aiguamúrcia, Tarragona, la vivienda está emplazada en una zona residencial que se desarrolló a finales del siglo XX y principios del XXI. Para adecuarse al terreno e integrarse con las viviendas unifamiliares adyacentes, la nueva casa se diseñó con una volumetría escalonada y conectada con el paisaje. Además de la integración visual, el objetivo era conseguir la máxima cantidad de luz natural en el interior y, al mismo tiempo, lograr espacios interiores fluidos, abiertos y relacionados entre ellos. En todo el proyecto, la eficiencia energética ha sido una premisa para el diseño de esta vivienda para la que se han utilizado soluciones de arquitectura solar pasiva y de captación de luz indirecta, así como un estudio minucioso del comportamiento térmico de las diferentes pieles del edificio.
Además de la orientación de la casa, que favorece la entrada de la luz natural, se creó un lucernario en la cubierta de uno de los dobles espacios. Esto, junto con el triple espacio en el que está situada la escalera, permite que la parte central de la casa cuente con luz natural durante todo el día. La escalera es, de hecho, un elemento protagonista en el interior, articulando todos los espacios y conectándolos en cada una de las tres plantas. El acceso se sitúa en la planta baja, en la que hay una conexión visual de los espacios, incluido el jardín posterior. El garaje, una habitación y un baño se alinean en una franja y, en otra, un gran espacio contiene la cocina, la sala de estar y el comedor. Esta zona está conectada con un estudio, una zona de juegos y un espacio polivalente de la segunda y tercera planta a través de dobles y triples espacios. Dos habitaciones, una terraza y un baño en la primera planta, y una terraza-mirador en la segunda, completan la vivienda.
En cuanto a los materiales, en el exterior se han aplicado técnicas tradicionales y locales, como el mortero de cal, la cerámica artesanal, el acero y la madera. En el interior, el hormigón visto en los techos y escalera, se combina con el acero de lo pilares y la barandilla de la escalera, y varios elementos de madera y cerámica tradicional en los suelos, revestimientos y mobiliario. El resultado es un ambiente cálido y sencillo en el que se abren espacios confortables y emocionantes.