Un retiro sostenible en Portugal, entre costas escarpadas y llanuras de flores silvestres
En los confines de la costa portuguesa, se alzan dos construcciones revestidas de madera y enteramente autosuficientes con el sello de autor del estudio parisino Studio Combo
Se le atribuye el calificativo de agreste pero el territorio que enmarca el cabo Espichel, en Portugal, es tan genuinamente natural que da la impresión de que la presencia humana no es más que una mera anécdota. Aquí, en el extremo suroeste de la península de Setúbal es donde el estudio de arquitectura Studio Combo, con sede en París, ha llevado a cabo la reforma de dos viejas construcciones abandonadas, situadas a pocos metros, en medio de un manto de flores silvestres.
Ambos edificios, cada uno con una superficie y una distribución interior desigual, se han proyectado en base a los principios de sostenibilidad y máximo respeto por el medio ambiente. Para ello, se han empleado materiales locales como es la madera de pino, utilizada para los marcos y los revestimientos exteriores, y la de eucalipto, encargada de vestir techos, paredes y suelos interiores. Y todo ello junto al empleo de nuevas tecnologías e innovadores sistemas que no hacen más que enfatizar el carácter sostenible del proyecto.
La predominante presencia de madera en todo el proyecto aumenta la sensación de calidez y refugio de las construcciones, en medio de un paisaje natural indómito y con mucha fuerza. La envoltura exterior de madera de pino tratada con alcohol furfurílico –extraído de la caña de azúcar– se vuelve resistente y duradera para hacer frente a las condiciones climatológicas de la zona. Ya en el interior, el espacio cubierto de chapas pulidas de eucalipto se acompaña del mínimo mobiliario necesario con el fin de crear un ambiente evocador. Grandes aperturas estratégicamente situadas entre un interior despejado convierten a las praderas salvajes circundantes en protagonistas del lugar.
De las dos edificaciones con las que cuenta el proyecto, la más grande alberga múltiples dormitorios, un espacio de trabajo, cocina, baños y una sala de estar, mientras que el más pequeño, que alberga dos dormitorios con baño integrado. Ambos son 100% autosuficientes energéticamente gracias al empleo de paneles solares. Asimismo, la calefacción y la refrigeración están bajo el control de un intercambiador de calor y todas las aguas grises se utilizan para fines agrícolas. El conjunto proyectado por Studio Combo deviene, así, un agradable contrapunto de serenidad frente a la rebeldía que regala la naturaleza en el extremo suroeste de la península de Setúbal.