René Redzepi, pillado en su salsa
La casa del chef en Copenhague es una extensión natural de su famoso restaurante Noma
Angels Manzano
Periodista especializada en decoración y diseño interior
Con la misma intuición, imaginación y buen gusto que el chef René Redzepi elabora las aclamadas recetas de su restaurante Noma –proclamado el mejor restaurante del mundo durante cuatro años– ha convertido lo que fue una herrería del siglo XVII en un hogar multigeneracional que comparte con su mujer Nadine, sus tres hijas y la madre de ella. La casa se encuentra en Christianshavn, barrio de Copenhague inspirado en las ciudades holandesas, con sus canales, y que entre otras curiosidades acoge la “república independiente” de Christiania, una comuna hippy instaurada hace cincuenta años en el corazón de la capital danesa.
Cuando René y Nadine compraron esta casa, a solo unos minutos a pie de su restaurante, decidieron no seguir ningún estilo concreto ni pidieron ayuda profesional a un arquitecto: en lugar de ello trabajaron mano a mano con un carpintero que ha construido la casa natural que deseaban. La madera de la firma Dinesen elegida para vestir los suelos, los acabados artesanos y las piezas de mobiliario y decoración que han ido cazando en mercadillos de pulgas consiguen que estos interiores transmitan la personalidad de esta familia.
Como era de esperar, la cocina es el centro neurálgico de la zona de día; una planta abierta con un equipamiento que delata que aquí se cocina mucho (son seis en casa), mientras las niñas juegan o hacen los deberes en la mesa multifuncional situada cerca de los fogones. Los vestigios del pasado se dejan ver en elementos como la chimenea de hierro, en la inclinación que presentan algunas de las paredes, en las imponentes vigas de madera que enriquecen los techos o en la encantadora simplicidad de la empinada escalera que lleva a los dormitorios.