Acometer la rehabilitación de un precioso edificio histórico del Ensanche de Valencia fue el delicado trabajo que llevó a cabo el estudio ERRE Arquitectura y que, gracias al respeto mostrado y al ensalzamiento de algunas de sus peculiaridades, consiguen revivirlo y darle una segunda juventud. Y es que el edificio se encuentra catalogado como protegido, con un grado de protección singular, y posee valor ambiental e integrador de su entorno, definiendo el contexto urbano característico del Ensanche de Valencia. Su carácter articulador y valor arquitectónico lo identifica como una referencia cultural y arquitectónica en la ciudad.
Es el propio estudio quien nos explica los detalles de este proyecto, desde el primer momento. "El edificio se encontraba en un estado avanzado de abandono, por lo que se optó por realizar un vaciado completo de su interior para así reforzar la estructura original y realizar una nueva distribución de las viviendas. Esta última planteaba un total de ocho viviendas, una en la planta primera, dos por planta de la segunda a cuarta planta, y una en planta ático".
Una reforma integral pero respetuosa
"Cuando recibimos el encargo y visitamos el edificio nos encontramos con esa fachada cargada de valor cultural y arquitectónico. Esto supuso una gran responsabilidad en la que adoptamos una actitud respetuosa con la que pretendimos conseguir con nuestra intervención mejorar y nunca empeorar lo que nos habíamos encontrado en el edificio original". Y optar, por ejemplo, por un color que la realzara, fue un acierto.
Se propuso la rehabilitación integral del edificio, manteniendo y consolidando la estructura general. Se redistribuyeron las viviendas en su interior, adaptándose a las nuevas necesidades del usuario, los nuevos modelos sociales y, en la medida de lo posible, a la nueva normativa. Al tratarse de un edificio catalogado con protección singular, se mantuvo la fachada principal y la envolvente. Además, se mantuvo la tipología del edificio en general, con un zaguán simple, una escalera central en la segunda crujía de tres tramos e iluminada cenitalmente, así como una estructura de muros portantes y pilares de ladrillo y vigas metálicas. Se mantendrán también la ubicación y geometría de los patios interiores.
"La propuesta inicial que planteamos mantenía la distribución de dos viviendas por planta, pero rápidamente vimos que nos habíamos equivocado, ya que las viviendas darían unos espacios de estar y dormitorios muy ajustados. Y decidimos unirlas, obteniendo una vivienda por planta. Esta opción permitía una mayor libertad a la hora de diseñar estas viviendas, orientando el salón y la cocina a fachada y el programa de dormitorios, que dependiendo de la vivienda incluía tres o cuatro, orientado al patio interior de manzanas".
Unas viviendas tan cálidas como elegantes
El objetivo fue utilizar una materialidad cálida con la que conseguir encontrar un resultado equilibrado evitando diseñar unas viviendas ni demasiado frías ni extremadamente decoradas. "Cuando tienes que proyectar viviendas en las que no existe el propietario final que va a adquirirla, es necesario encontrar este equilibrio a través de un lenguaje lo más neutro posible. Este, sin duda, ha sido uno de los grandes retos para todo el equipo de ERRE arquitectura".
"Entendíamos que era necesario en estas viviendas dar un paso más a la hora de encontrar una materialidad confortable. Por ejemplo, en las cocinas hemos introducido el uso de maderas o tonos topos que se alejan de una materialidad aséptica o en los baños a través del uso de una materialidad cuyos acabados y geometrías permiten crear unos espacios agradables y de alta calidad. Para los pavimentos se ha utilizado principalmente madera de roble tintado en espiga. En relación con la madera, se ha colocado a modo de "alfombras" el pavimento nolla que nos encontramos y que, de esta manera, hemos podido ponerlo en valor". Una serie de soluciones, en definitiva, que hacen de este edificio uno de los más bonitos de Valencia en la actualidad.