Una casa de campo sofisticada y moderna al sur de San Francisco
Construida al sur de San Francisco, la arquitectura y el interiorismo de esta casa plantean una revolución en el concepto de casa de campo tradicional.
En este espacio también podemos ver un amplio comedor. El equipo de diseño combinó las sillas clásicas danesas Kofod-Larsen Seal con un sofisticado sofá gris, complementando la paleta de colores neutros que fusiona las habitaciones públicas y privadas.
El recibidor es como una sala de estar, con doble altura y mobiliario y decoración que anticiparon el estilo de toda la vivienda, creada con muebles y piezas Midcentury.
Y frente a la gran cocina, un salón con chimenea y televisor oculto, donde reunir a la familia en sus ratos de descanso y ocio. Aquí la decoración sigue la tónica general, con muebles de líneas retro años 50, colores sobrios y detalles elegantes.
En otro módulo de la casa, a continuación de la sala de estar que acabamos de ver, se encuentra el living, con salón, comedor y cocina.
Uno de los puntos principales del proyecto ha sido crear una entrada accesible y bella a la gran casa. Los arquitectos idearon una caja de cristal, con estructura de acero en negro, a la que se entra mediante una puerta hecha a medida.
El revestimiento de madera de cedro de la fachada se mete también en este interior, a medio camino entre espacio exterior y estancia.
En la entrada, la espectacular fotografía en blanco y negro de Alec Soth, "Near Kaaterskill Falls", da la bienvenida a los visitantes.
Tras esta entrada, podríamos decir que triunfal, se encuentra el primer salón de la casa. Sí, el primero, porque la vivienda cuenta con varias zonas de estar repartidas entre sus tres platas: sótano de ocio, planta baja para áreas de día y primer piso para las de noche.
El equipo encargado del interiorismo ha utilizado las siluetas atemporales de los muebles de mediados de siglo para darle calidez y alma al hogar. La fotografía de Richard Misrach se llama "Pacific" y contribuye en gran medida en la decoración cálida de este ambiente.
Las escaleras que llevan a los diferentes pisos de la casa destacan por su belleza neutra y actual. Sus peldaños de roble con acabado al natural refuerzan la imagen rústica del entorno, sin perder un ápice de modernidad.
Aquí vive una familia con niños pequeños, así que la seguridad en elementos como la escalera ha sido clave. La estructura de acero en negro se refuerza con una barandilla del mismo material que los escalones para darle uniformidad.
La impresionante cocina posee cuatro zonas diferenciadas: cocción adosada a pared, aguas en isla para preparación de alimentos y con office incorporado, otra zona de aguas bajo la ventana, y módulo para desayunos aparte. Su mobiliario en madera clara y toques en gris hacen que sea una cocina para toda la vida, fuera de modas.
Tonos cálidos y luminosos, una encimera veteada como el mármol y espacio, mucho espacio, para moverse a sus anchas son los principales lujos de esta cocina abierta el salón comedor.
En la misma isla, integrando taburetes en un área en voladizo, se encuentra el office para desayunos y comidas rápidas del día a día. La cocina se encuentra en un módulo diáfano con techo a dos aguas de importante altura.
Porque sí, aunque no lo parezca, sobre la chimenea hay un televisor oculto por un panel del mismo material que el revestimiento.
¡Tachán! Aquí tienes el televisor que se oculta y aparece cuando se necesita.
Y no es el único lugar para la reunión y el ocio de la casa, no. En el sótano encontramos el tercer salón, con televisor, mesa de billar y más sorpresas...
Como el bar que lleva a la sala insonorizada de música.
En esta sala, los propietarios y sus amigos pueden disfrutar de agradables sesiones de música en directo.
Pero subamos a la planta de arriba para ver qué otras sorpresas nos depara esta lujosa casa.
El dormitorio principal está rodeado de ventanales para poder despertarse con las mejores vistas campestres. Tonos blancos y grises crean un ambiente sosegado, apto para el relax.
La simplicidad resulta efectiva para resaltar las maravillosas obras de fotografía que decoran ciertas paredes de la vivienda.
El baño principal es increíble, tanto por sus dimensiones como por todas sus comodidades. La bañera exenta acapara todas las atenciones.
Y el vestidor... ¡qué vestidor! Amueblado completamente a medida con módulos de madera oscura, manteniendo casi todo oculto para resguardar las prendas del polvo y la humedad.
Esta es otra de las habitaciones de la casa. Un dormitorio más bien juvenil, con toques elegantes.
Como el cabecero de la cama tapizado en gris y los apliques de la pared. Una belleza de combinación cromática y táctil.
El revestimiento de baldosas hexagonales, el lavamanos de mármol y el suelo de roble hacen de este aseo un lugar con personalidad.
El dormitorio infantil es todo un sueño para los más peques de la casa, con su gran cama con dosel, papel pintado y complementos que no caen en la ñoñería.
Y si salimos al exterior, el espectáculo continúa, porque el paisajismo de Arterra Landscape es extraordinario.
En ciertos rincones exteriores, marcados por la arquitectura de la casa, podemos ver zonas de estar al aire libre tan mágicas como esta, con sofás tipo chill out tapizados con tejidos resistentes.
Un porche con barbacoa, comedor exterior y fuente hace las delicias de familiares y amigos durante los soleados días de fiesta en esta zona de California.
Esta zona de la casa cuenta con una completa cocina dentro de una caseta que guarda la misma estética que el resto de módulos habitables de la finca.
El exteriorismo se ha cuidado al milímetro, con platas silvestres, autóctonas y hasta con parterres con vegetales y hortalizas que se cultivan para consumo familiar.
En la parte de atrás no le podía faltar una piscina de generosas dimensiones, rodeada por tarima con tumbonas y vegetación silvestre.
¿Es o no es un sueño esta casa que parecen tres?