Radical por dentro, intacta por fuera

En el estudio con sede en Bruselas De Vylder Vinck Taillieu (aDVVT) les gusta como a pocos romper con las convenciones arquitectónicas, tanto a nivel espacial como en el uso de materiales. Otra de sus firmas características es que los proyectos nunca parecen estar terminados del todo, con el propósito de que los clientes rematen la obra en libertad. La arquitectura como estímulo de la creatividad más de allá de las ideas de los arquitectos, profesionales particularmente celosos del control de su obra. Un enfoque sin duda refrescante en una casa que tiene dos mitades: la vivienda original y el adosado añadido con posterioridad en el jardín.

En esta ocasión se trata de la rehabilitación de una casa en Ekeren, un barrio del norte de Amberes (Bélgica). La alargada fachada de los años 30 del siglo pasado no se toca y por tanto no se intuye la transformación radical que acontece puertas adentro. Se restauraron las puertas originales de madera con vidriera de colores, junto con el parqué y el techo En mitad del salón, dos cortes en bruto sobre el techo exponen la estructura de madera del forjado, dejando deliberadamente los bordes sin pulir. Más allá de su radicalidad formal, esta operación permite llevar la luz natural a lo que una vez fue una habitación oscura. Y aunque la visión techo resulta demasiado dura –se llegaron a plantear el pintar la madera–, el resultado es que los clientes tienen la sensación de vivir en una casa única dentro de un urbanismo que destaca por su monotonía. Se resuelve así las ansias de individualidad sin "agredir" la estética del vecindario.