Si tuviéramos que hacer una lista de las celebridades que pasan por Ibiza cada verano para disfrutar de sus playas y sus fiestas muy probablemente nos pasaríamos días. Aunque si algo tenemos claro es que los protagonistas de esta historia no acudieron precisamente a un club masificado para pegarse unos bailes. El príncipe Harry y Meghan Markle, prácticamente de incógnito, estuvieron en Ibiza del 6 al 12 de agosto en un viaje relámpago que ha levantado muchísimas ampollas en el Reino Unido. ¿Por qué? Pues porque la escapada, que coincidió con el 38 aniversario de la duquesa de Sussex, ha sido financiada por las arcas públicas. Debates aparte, lo que sí podemos contarte con todo lujo de detalles, porque hemos estado dentro y hemos realizado este reportaje fotográfico único, es el lugar en el que descansaron alejados de curiosos y paparazzis: la espectacular y exclusiva villa Vista Alegre, en Sa Calma. Un espacio muy Arquitectura y Diseño.
Dicha villa, proyectada por el arquitecto Fernando de Castro, con interiorismo de la firma Gunni & Trentino, se apoya en una ladera que se precipita en el mar formando un acantilado con dos calas de aguas color turquesa. Este paseo enlaza las distintas alturas del jardín y a la espectacular villa. Sobre la ladera se configuran dos amplias plataformas, que corresponden a su vez con las dos plantas del edificio. La plataforma longitudinal del volumen se adapta cómodamente a la topografía y, también, permite orientar todas las estancias con vistas directas al mar, sobre todo a la bellísima bahía de Porroig.
En la plataforma superior se ha levantado el volumen principal de la casa, que incluye dos plantas: abajo se alojan las zonas de estar de doble altura, el comedor, la cocina y un área de servicio; arriba, tres dormitorios en suite y un despacho. En este nivel se encuentra asimismo, la gran piscina desbordante que discurre de forma paralela a la casa, al modo de una alberca. Una piscina impresionante de casi 60 metros de longitud, trazando una linea virtual de horizonte de absoluta continuidad con el mar, desde que sale el sol hasta que se pone...Alrededor de esta planta superior del volumen principal se ha dispuesto el porche, que es otro elemento importante del proyecto, desde donde se saborea la dulzura del paisaje.
La plataforma inferior, con sus cuatro suites, el gimnasio, el spa, la lavandería, la bodega y otras instalaciones se funde con la ladera y se ofrece como parte del jardín. Llama la atención el esmerado trabajo de jardinería ligado al diseño arquitectónico. Con vigas de madera gigantescas traídas de un puerto holandés se ha construído un voladizo sobre el acantilado, convirtiendo una parte del jardín en privilegiado mirador sobre el Mediterráneo.