En un edificio de 1862 situado en una de las zonas más antiguas de la Ciudad Condal, se ubica este piso propiedad de una joven pareja. Con el objetivo de poder alquilarlo como inversión, se llevó a cabo una minuciosa reforma por parte de Bonba Studio que aportó valor añadido al inmueble. La distribución original abría con una cocina y comedor integrados y un pasillo que conducía a las diferentes estancias sin ventanas, desembocando al final en una galería.
A fin de ganar luz y espacio se propuso derribar tabiques dejando las vigas de madera antiguas y la pared de carga de fachada que da a dicha galería. Tan satisfechos quedaron los clientes que decidieron modificar sus planes y mudarse allí.