El espacio abierto que integra cocina, comedor y salón es el corazón de esta casa en la que se respira buena energía. Un piso ubicado en el barrio de Östermalm, en Estocolmo, Suecia, que brilla como un refugio de paz en una zona de la ciudad llena de vida, con muchas tiendas y restaurantes. La reforma parte de una vivienda de los años 50 que no había sido renovada hasta hoy. El estudio de arquitectura Melbourne, en colaboración con los diseñadores de Stockholm Studio, han logrado actualizar completamente el espacio sin perder la esencia de la vivienda. Para ello, se han mantenido todos los elementos originales que se ha podido y se han restaurado otros, como las corinas del techo y los zócalos del suelo.
En medio de esta atmósfera elegante, destaca el uso de materiales nobles, nórdicos y sostenibles. Igualmente, se ha apostado por la integración de piezas de diseño únicas, con muchos muebles diseñados a medida. Destaca el diseño de iluminación realizado por el estudio mallorquín Contain, así como las antigüedades rescatadas, las piezas de arte y las cerámicas. En cada rincón, la casa rezuma personalidad y buen gusto, desprendiendo una atmósfera que cabalga entre la sobriedad y la calma.