La pareja de diseñadores formada por Jonathan Ellis y Sophie Smith están creando nuevos y originales edificios en Londres. Trabajan con artesanos locales, son campeones en sostenibilidad, seleccionando los materiales forma altamente consciente. Son pioneros en crear ambientes de diseño con una importante personalidad táctil. Su vivienda actual es uno de los ocho apartamentos de nueva construcción que han hecho en el nord-este de la ciudad, XO, como se llama el complejo, es uno de sus proyectos más ambiciosos hasta la fecha; en su desarrollo han colaborado con Dowen Farmer Architects.
El plan de arquitectura inspirado en el brutalismo que los arquitectos habían esbozado llamó mucho la atención de los diseñadores, que quedaron fascinados por el esqueleto del edificio. Tan cautivados se quedaron por la estructura, que decidieron celebrarla revelando las columnas y vigas allá donde les fue posible, sintiendo que con ello una historia se desprendía de las superficies. Estos elementos estaban construidos a mano por artesanos de la ciudad, teniendo así unos acabados imperfectos, que suelen esconderse pero que, para la pareja, respiran alma. La paleta de color de XO nos teletransporta a los años sesenta y dota al proyecto de una palpable calidez, rojos profundos y rosas empolvados, así como el uso de la madera, aportan una apariencia de suavidad al espacio.
Jonathan y Sophie son dos auténticos apasionados de su trabajo, se levantan hablando de interiores y se acuestan hablando de interiores, para ellos es una suerte tener la oportunidad de colaborar creando espacios y esta vivienda es testigo de ello. En la creación de este proyecto, querían que el espacio entablase una estrecha relación con lo que lo rodea, que tuviese una narración esculpida en sus entrañas, diferenciándose así de la esterilidad de la mayoría de edificios de nueva construcción.
Para el diseño de la cocina trabajaron con un taller de carpintería llamado Milk Furniture, con amplia experiencia en el campo de la arquitectura. Diseñaron la versión moderna de los típicos armarios de cocina, redondeando las formas para que las hendiduras acabaran pareciendo burbujas. El color escogido para estos muebles es un burgundy que da singularidad al espacio y lo volvía más cálido. Esta búsqueda de calidez es un tema recurrente en el proyecto, queriendo así balancear el impacto de los materiales de construcción vistos para así conseguir un resultado acogedor.
En el proceso creativo de XO los diseñadores han desarrollado una amistad con los riesgos y una seguridad en sí mismos que les ha permitido tomar decisiones auténticas, sabiendo que el resultado no sería del gusto de todo el mundo pero que habrá algunos que se enamorarán locamente de él.