El último proyecto del arquitecto y diseñador de interiores Kanstantsin Remez se llama Ratomska y es un piso en forma de "L", situado en Bielorrusia. Como un manifiesto visual de la decoración de estilo minimalista, una paleta homogénea de maderas en tono beige claro se articula con austeras líneas rectas y objetos de piedra caliza.
De madera son los acabados del suelo, las paredes y el techo. La distribución de los interiores minimalistas ordena armoniosamente la cocina, la sala de estar, un balcón con un pequeño comedor y un dormitorio con baño en suite. En vez de cortinas, el proyecto de Remez ha colocado paneles de madera para otorgar textura y profundidad a los espacios. Para el diseñador, los paneles clarifican el concepto y crean una atmósfera diáfana tan determinante que funciona como una burbuja aislada del paisaje urbano y concentrada en sí misma.
Culminación de las tendencias reduccionistas del arte moderno (desde el blanco sobre negro de un cuadro de Malevich), el estilo minimalista define los espacios de este piso contemporáneo, ascético en sus formas y contenidos y cálido a través de sus maderas. Gracias al monocolor que unifica todos los elementos de cualquiera de los espacios, las sutiles diferencias tonales producen un efecto que equivalen a lo que, en otros estilos, se llamaría "ornamental", pero que aquí es sobre todo la presencia máxima que adquiere cada mueble, cada objeto, cada detalle. Las molduras se vuelven –en el silencio de la austeridad- más expresivas que modelos neoclásicos complejos. El silencio de este piso es, podríamos decir, sonoro.