El patio es toda una institución arquitectónica en la capital hispalense; un lugar que sirve para refugiarse del ruido de la calle y del calor inclemente del verano, favoreciendo la ventilación y los espacios en sombra. Su protagonismo es revisitado en clave moderna en este proyecto del estudio U+G para una joven pareja en el popular barrio sevillano de Tiro de Línea.
Aquí los espacios se convierten en áreas abiertas dispuestas en torno al patio central de la casa, de 25 metros cuadrados. Además de su luminosidad, destaca el juego de paredes en tonalidades turquesas y fresones y una escalera de madera natural que aportan dinamismo a la estancia principal.
La decoración combina toques clásicos con una pincelada de contemporaneidad que convierten a esta casa en un lugar actual, fresco y con esencia. En cuanto al mobiliario, se han empleado baúles de piel usados como mesas de centro, sofás y pufs blancos, cojines de kílims y lámparas de pie con iluminación indirecta.
La cocina se integra perfectamente en el salón-comedor, siguiendo una de las señas de identidad del estudio de arquitectura. En ella destaca la isla, provista de una doble funcionalidad: favorecer la circulación y marcar la separación entre espacios; así, la cocina se levanta en una plataforma que permite separar los espacios mediante diferente altura y elevar la isla para transformarla en barra. Los colores utilizados son acordes al del resto de la vivienda, creando focos de atención en el blanco. Aquí se vuelve a utilizar el verde empolvado en la pared para unificar estéticamente la casa. Como detalle, en el frente de la isla se ha usado una pintura de pizarra.
La planta sótano se diseñó por deseo de los clientes como una planta más de uso cotidiano, de forma que se ocultaron la instalación de saneamiento mediante una falsa viga que albergó la iluminación, y se abrió un patio inglés que proporciona gran luminosidad y ventilación. El resultado es un gran salón multiusos con iluminación y ventilación natural como extensión del hogar que los propietarios usan para reuniones, celebraciones, juego de niños e incluso como área de trabajo.
La fachada es el resultado de una magnífica solución de integración en el entorno. Materiales con acabados sencillos, naturales, donde destaca la utilización de estuco de cal blanco, un material autóctono, que hace destacar el gran ventanal rectangular en la parte superior, que ejecutado con lamas regulables dispuestas horizontalmente, consigue una buena incidencia solar en la vivienda. Fabricadas específicamente para este proyecto, se abaten en vertical y están diseñadas por un entramado de hierro que hace las veces de reja de seguridad revestidas de madera natural de iroco.