El presente mira al pasado
Reforma de masía en la Sierra de Aitana (Alicante), de Hernández Arquitectos
En la Sierra de Aitana, en Alicante, rodeada de pinos, olivos y almendros, se encuentra esta antigua masía, dentro de una gran finca de caza. Se trata terreno amplio que se desliza en pendiente hacia una enorme charca natural, en el que la vivienda está situada en la cresta del terreno, garantizando el disfrute del paisaje. Reformada y ampliada por Hernández Arquitectos, tanto la casa original como los volúmenes añadidos se amoldan a la topografía del terreno, creando una macla en forma de U. Los viejos muros se han hecho con diversos revestimientos, desnudando la piedra natural, mientras que los nuevos volúmenes se realizan con mortero cementoso en color blanco. Se señala, así, en lugar de ocultarla o atenuarla, la diferencia entre lo antiguo y lo moderno.
Orientado al sur, el edificio principal está flanqueado por dos volúmenes que abrazan una gran terraza. Este espacio une las piezas del conjunto y, sobre todo, ofrece un impresionante escenario diseñado a propósito para la vida al aire libre y para encauzar la belleza del paisaje en el interior, y viceversa. Un gran plátano autóctono (requisito fundamental fue su conservación) habla por sí mismo del “lugar”, explican los autores. Otro mirador privilegiado es interior: el amplio salón de juegos situado en la segunda planta, con el techo abuhardillado y el hastial completamente vidriado, con vistas al monte. Los tres volúmenes que completan la vivienda están armoniosamente comunicados, y las estancias gozan de puertas cristaleras con el exterior. Desde el dormitorio principal, amplio y luminoso en su calma intimidad, se tienen amables vistas de la charca y de la rotonda de acceso a la casa.
A pesar de su número y de sus dimensiones, el conjunto de las estancias mantiene una coherencia discreta y esencial, que quizás emane de una reflexión profunda acerca de cómo integrar lo antiguo y lo nuevo. La piedra, la madera y la claridad parecen los creadores de esa coherencia. Los tonos naturales predominan, graduados para diferenciar los planos: la madera del pavimento (tarima de roble envejecido), manchas de colores en las obras de arte contemporáneo que cuelgan de las paredes o se apoyan en algún mueble, tapicerías en tejidos de fibras y pieles en tonos sosegados, carpintería teñida de blanco, pero dejando visible la veta de la madera... Y afuera, la piedra y las charcas en el jardín. Todo ello, expresión de un lenguaje entre lo actual y lo natural.