El punto de partida de una reforma marca su recorrido y casi siempre acaba ensalzando la transformación y el mérito de su autor. Contra más difícil es el origen, mayor es la constatación de que la magia en arquitectura existe. Pero que pocos son capaces de hacer aparecer un precioso conejo de un vulgar sombrero de fieltro. Y este ha sido el valor de Bonba Studio, que ha conseguido convertir una vieja oficina del Eixample de Barcelona en una vivienda con carácter, elegancia, encanto y un aire industrial.
Y es que el inicio complicado fue precisamente este: un espacio de 170 metros cuadrados gris, opaco, con falsos techos de yeso laminado, mamparas, y fluorescentes como fuente de luz artificial. El paso de la antigua vivienda a oficina, que había ocurrido en los años 80, había ninguneado la luz natural y por supuesto, los bellísimos elementos de un piso del Eixample de finales del siglo XIX en finca regia: techos de más de 4 metros, muros de carga y forjados con revoltón cerámico. Un lujo escondido que tenía que ser liberado.
Así, después de eliminar los elementos añadidos en aquel cambio de uso y de abrir la futura vivienda a la luz y a la amplitud, se decidió crear un amplio espacio tipo loft sin tabiques divisorios en el que fueran los elementos decorativos y funcionales –un armario, la cocina, un sofá, una mesa…– los encargados de distribuir las zonas de vida doméstica. El resultado son dos grandes espacios en los extremos, dormitorio y salón comedor, unidos por el anterior pasillo, que actúa a modo de eje. A cada lado de este pasillo, antaño real, se han dispuesto unos volúmenes de menor altura que albergan las zonas húmedas y los espacios secundarios.
La combinación de la madera y el blanco impoluto con un elegante metal oscuro, los tubos de acero galvanizado de la climatización a la vista, la precisa combinación de cerámicas para la cocina y el baño, y, sobre todo, los amplios ventanales, le dan un atractivo aire de taller industrial a este espacio para la vida que en 2015 ha vuelto a nacer. Bienvenido al mundo.