Note Design da la nota

Brillante recuperación en clave contemporánea de un apartamento del siglo XIX en Estocolmo (Suecia) convertido en oficina en su última etapa

Note-Design-Studio-09

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Aleks Gallardo
Aleks Gallardo

Periodista especializado en interiorismo Coordinador web de Arquitectura y Diseño

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Note-Design-Studio-09. La cocina incorpora una magnífica barra de granito

La cocina incorpora una magnífica barra de granito

Note-Design-Studio-02. En lo posible se mantiene toda la ornamentación original

En lo posible se mantiene toda la ornamentación original

Note-Design-Studio-03. También se restauró en profundidad el suelo de parqué con su bello dibujo en diagonal

También se restauró en profundidad el suelo de parqué con su bello dibujo en diagonal

Note-Design-Studio-01. En la esquina una de las tres estufas de porcelana originales

En la esquina una de las tres estufas de porcelana originales

Note-Design-Studio-05. Butaca Mango, de Note Design la firma danesa Won

Butaca Mango, de Note Design la firma danesa Won

Note-Design-Studio-06. Lámpara de Michael Anastassiades en el dormitorio principal

Lámpara de Michael Anastassiades en el dormitorio principal

Note-Design-Studio-08. Un columpio junto a la mesa de estudio de los niños. Así difícil aprobar

Un columpio junto a la mesa de estudio de los niños. Así difícil aprobar

Note-Design-Studio-04. Junto a las ventanas se han colocado plantas de hojas grandes y verdes, una nueva tendencia

Junto a las ventanas se han colocado plantas de hojas grandes y verdes, una nueva tendencia

Note-Design-Studio-07. La mesa es de la colección Tabula para Fogia, con sobre de terrazo

La mesa es de la colección Tabula para Fogia, con sobre de terrazo

El apartamento, del siglo XIX, carecía de cocina, espacios de almacenamiento y hasta cuartos de baños, pues había servido de sede a una marca de moda en el centro de Estocolmo. Sobre este escenario jugó el estudio Note Design –habitual colaborador de la marca de mobiliario española Sancal– para darle su antiguo uso al piso pero sin por ello viajar del todo al pasado. Aunque lo primero fue recuperar las huellas de su antiguo esplendor, presente en los suelos de parqué con bellos dibujos en diagonal, las barrocas molduras y las paredes de estuco, sobresaliendo entre todos estos elementos los grandes estufas de porcelana, decorados con un intrincado trabajo que más bien parece de marquetería.

A excepción de los suelos, todo ello se había cubierto de pintura blanca cegada con luz de grandes focos para crear el típico ambiente de oficina, eficiente e impersonal. Al decaparlo, de las radiadores surgieron azulejos pintados de verde, rosa y un blanco amarillento. Detrás de una pared derribada para acceder a unas viejas tuberías, surgió una pintura original del siglo XIX en una puerta. "De repente iluminó todo el espacio en blanco con un fuerte tono amarillo mostaza", recuerdan desde el estudio, que añadió otros tonos hasta completar una paleta de ocho colores.

El plan era preservar las características originales del apartamento, de forma que todo lo que se añadió se emplazó en lo que llaman las "lagunas" de la casa, es decir, entre los viejos ornamentos, que se intentan replicar en lo posible. Así, la nueva carpintería sigue los dibujos en diagonal de la antigua y la superficie de los dos muros añadidos también lo hace. Pero también hay expresivos contrapuntos. De donde ya no colgaban las lámparas de araña ahora encienden las estancias luminarias de diseño muy contemporáneo. La barra de granito de la cocina consigue asimismo llevarse el protagonismo y no digamos el columpio tras la mesas de estudio del cuarto de los niños. Seguro que, al menos en materias creativas, les irá bien.

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