Hay quienes utilizan el arte contemporáneo como elemento decorativo, los hay que disfrutan con el placer de poseerlo y también hay un exclusivo grupo de personas que, aunque no sean necesariamente coleccionistas, tienen en sus casas finas obras de arte que les brindan alegría y placer. A este último grupo pertenecen los dueños de este dúplex de la ciudad checa de Praga, que encargó a Studio No Architects un espacio para disfrutar de sus lienzos. Además de la reforma integral de esta casa de 130 metros cuadrados, los arquitectos han dibujado toda la carpintería para una familia que entiende de arte y quiere disfrutarlo.