En una mesa una agrupación vibrante de jarrones de Murano rojo, contra el fondo de ventanas y cortinas blancas. La imagen es un preámbulo a las particularidades del interiorismo que la diseñadora Laura Gärna ha ideado para este piso, en el barrio madrileño de Salamanca. Según nos relata, ha elegido una gama de tonos neutros como recurso envolvente, en paredes y librerías, para que los objetos decorativos y las obras de arte resalten en el esplendor de sus formas y colores: "Las piezas de diseño muy potentes nos permiten jugar con volúmenes y colores que alegran". Jarrones de Murano rojo, cenicero de Murano verde, mesa de centro de resina coloreada, un puf de los años setenta retapizado en tela. Y la expresividad de los cuadros elegidos (provenientes de su propia galería de arte, Gärna Art Gallery) llevan lo que podríamos llamar una "estrategia de alegría colorista" a la trascendencia del arte abstracto. La última mirada se despide prendada de la colección de jarrones rojos.