La sabiduría del interiorismo suele verificarse en su capacidad de desarrollar una relación fructífera con la arquitectura, cuando le resulta propicia. Como ocurre en el caso del edificio de los años cincuenta ubicado en la ciudad de Palma al que pertenece esta vivienda diseñada por Isabel López Vilalta + Asociados en colaboración con el arquitecto Claudio Hernández.
Elementos arquitectónicos originales han sido incorporados al proyecto, como la estructura y la fachada de hormigón, con el beneficioso resultado de un ritmo de huecos difusores de luz natural. Respecto de la estética, López Vilalta la ha definido con dos nombres que resumen una transferencia mutua de cualidades: "Llevar Milán al Mediterráneo".
En la zona de día se establece, desde el salón, una comunicación visual con la biblioteca que ensancha significativamente la percepción del espacio. En el área nocturna domina la suite principal, donde el baño actúa como elemento conectivo con los vestidores, el tocador y el dormitorio. Los colores aparecen acuñados en los materiales, con los contrastes entre blanco, negro y dorado y su combinación con los tonos neutros del lino, el algodón y la piel. El suelo de piedra caliza, el mármol negro en el baño principal, la madera teñida de negro en pasillos, cocina y armarios y los detalles decorativos en latón componen la gama básica de materiales. Equipaje milanés arribado al Mediterráneo.