A unos cuantos kilómetros de Europa, en la costa este de Australia, se encuentra la ciudad de Brisbane. Y en el centro de la ciudad, en uno de los edificios más altos, está este piso, tan bonito como la historia que contiene: la de una pareja de jubilados que pidió al estudio de arquitectos Alcorn Middleton que hicieran de este sitio su vibrante hogar.
Se pusieron manos a la obra y el resultado salta a la vista. Muebles a medida en todas las estancias que dan a la casa un toque muy personal, una carismática cortina de ratán que separa –sin aislarla– la cocina del comedor y un sueño largamente perseguido hecho realidad: un dormitorio con tocador. ¡Y ni un solo cliché de jubilados a la vista!