Una casa de más de 85 años en Nagasaki ha sido transformada en espacio de trabajo para la marca ceramista Maruhiro. La reforma ha logrado mantener el encanto y la esencia de la arquitectura tradicional japonesa y, al mismo, introducir elementos de rabiosa modernidad sin romper la armonía. Esta nueva oficina está situada justo detrás del gran complejo que la marca ha levantado, que consta de un parque, un showroom y un espacio de cocina y residencia para sus colaboraciones con artistas.
El estudio de arquitectura DDAA, (dirigido por Daisuke Motoji, que participa en el pabellón japonés de la Bienal de Venecia); imagina este lugar convirtiéndose en punto de encuentro entre los locales y los visitantes. Maruhiro está especializada en la cerámica, única en la región, de Hasami, la ciudad en que se encuentra este fascinante edificio con el que la marca pretende celebrar la esencia local que habita. El objetivo de Maruhiro es la de crear, con este complejo, una vibrante comunidad en su ciudad que se base en los principios de la creatividad.
La arquitectura tradicional nipona estaba diseñada específicamente con el fin de poder ser ampliada, modificada y reparada una y otra vez. Gracias a esta característica, los arquitectos pudieron transformar la funcionalidad del espacio haciendo los mínimos cambios posibles a la estructura original. Retiraron los tatamis bajando así la altura del suelo y renovaron el papel y el cristal de las pantallas "yukimi-shoji".
El complejo Hiroppa empezó sus andanzas ya en tiempos de Covid, circunstancia ésta que enfatizó la necesidad de dar un protagonismo especial a los espacios verdes. Creó también, esta situación, el requisito de la flexibilidad, que dio pie a la fluida estrategia del diseño interior del espacio que, una vez completado, podrá hacer las veces de oficina, tea shop, pop-up store o incluso espacio de alquiler.
El trabajo de los arquitectos ha sido una respuesta a los tiempos que corren y a las necesidades de la compañía. Han aprovechado las ventajas que la creatividad ancestral les ofrecía y han aportado innovación. El diálogo entre interior y exterior está bien establecido; la luz natural entra a raudales y, gracias a haber bajado la altura del suelo al retirar los tatamis, las mesas de trabajo sitúan el verde de los jardines a la altura de los ojos. No hay duda de que estas modificaciones mejoran la experiencia de quien en este lugar trabajo.
El mobiliario, diseñado por el "Studio Arche" está basado en las geometrías y en los materiales simples, rectángulos, triángulos y círculos; en madera, cristal y hormigón. Las estructuras, cables, y juntas quedan a la vista. Se trata de diseños contemporáneos, minimalistas y austeros que nos sorprenden integrándose a la perfección en un espacio que grita, (o susurra contundentemente), ser de otra época.
El parque y la comunidad del complejo Hiroppa esperan ser inaugurados en septiembre de este año 2021.