En japonés, la palabra "totoro" significa "duende", y el nombre de la casa es, para su autor, la manifestación física de la película de animación fantástica de fines de los años ochenta titulada "Mi vecino Totoro", que cuenta la historia del vínculo de una familia con un espíritu del bosque llamado así. La casa se encuentra en Sidney, Australia, y el proyecto pertenece al taller de arquitectura CplusC y está inspirado en el concepto japonés de "paisaje prestado" (shakkei), que busca una armonía verdadera entre el interior y el exterior. Conviene explicar que la casa original estaba desconectada del jardín a causa del terreno inclinado; y el proyecto ha solucionado la anomalía mediante una nueva extensión que actúa como eslabón perdido, uniendo los espacios a través de una transición vertical graduada. Según han trasmitido los arquitectos de CplusC, la historia que cuenta la película les ha enseñado la importancia de las relaciones tanto con la familia y los amigos como con la naturaleza, y han concebido la Casa Totoro como una manifestación física de esta sabia idea. En efecto, las zonas sociales y el dormitorio principal están ligados al paisaje a través de las vistas enmarcadas, y las pródigas aberturas disuelven el umbral entre la naturaleza y la casa. Las ventanas atraen la luz cálida de la tarde. La sala, el comedor y la cocina se entretejen y fluyen hacia el patio. Toda una estrategia de recursos que incluye el motivo lúdico de un abertura circular que se repite, atravesando los espacios de una transición enmarcada entre el interior y el exterior.