En un lugar idílico, en la aldea portuguesa de Gateira, Camarim Arquitectos ha construido una casa para una pareja británica. La vivienda interviene en el paisaje pero sin agredirlo. De esta forma, la vida en la casa se convierte en una especie de paseo por el campo.
El acceso de la casa se efectúa por la parte superior, a través de una escalera y una pared de pizarra que rinde homenaje a las construcciones de la zona. Una vez dentro, destaca un amplio espacio social formado por el comedor, la cocina y el salón. Y un dormitorio con el baño integrado a través de unas puertas correderas. Entre la piscina y el patio se crea un diferencial térmico que genera un flujo de aire ascendente que contribuye a refrigerar la casa.