La entrada del edificio se encuentra dentro de un hueco triangular que anticipa la geometría del interior.
La entrada del edificio se encuentra dentro de un hueco triangular que anticipa la geometría del interior.
El arquitecto japonés Yo Shimada (Kobe, 1972) pertenece, como Tadao Ando, a esa categoría de arquitectos autodidactas, sin formación reglada, lo que no le impidió crear en 1997 uno de los más innovadores estudios de arquitectura de su país. El propio nombre de su compañía, Tato Architects, hace referencia a eso: Tato, en el silabario japonés katakana se representa タ (ta) y ト (to), que simplemente tienen un sonido agradable, pero esos dos símbolos juntos crean, en los caracteres kanji de la escritura japonesa, el sinograma 外, que se pronuncia «soto» y significa «fuera» o «ajeno» y que representa cómo se siente Shimada como arquitecto: «ajeno» al mundo académico de la universidad, y autor de una obra que se sitúa «fuera» de la norma en Japón.
Autor de numerosos proyectos de diseño de casas particulares, Shimana ya no está «fuera»: son numerosos los premios nacionales e internacionales que acumula desde 2004, entre ellos el premio Dezeen a la Casa del Año en 2018 por la casa Miyamoto que construyó en Osaka y que ya jugaba con la distribución del espacio en distintos niveles para ganar superficie útil en apenas 50 m². En esta ocasión, sin embargo, Shimana se ha superado en la casa que ha creado en Takatsuki, una pequeña ciudad de la prefectura de Osaka, en la que en una altura de tres plantas ha creado dieciséis niveles que ocupan, en total, 96 m² –sobre un terreno edificable de 46,37 m²–, con tres dormitorios. La casa se va elevando en espiral desde dos puntos diferentes, para encontrarse en un piso que es a la vez comedor y cocina, y se vuelve a separar para reunirse nuevamente en la azotea..