En la ciudad costera de Tulum, en México, la firma CO-LAB Design Office ha ubicado esta casa de verano en una franja de terreno larga y estrecha, para preservar a su alrededor el abrazo abigarrado de las plantas tropicales. Ha sido construida con bloques de hormigón y paredes exteriores acabadas con cemento blanco y pulido y la fachada frontal texturizada mediante encofrados hechos con postes de madera local, que resulta en un atractivo muro de palimpsesto donde se sucede el desplazamiento del sol y de la sombra a lo largo de la mañana.
Generosas aperturas borran la separación entre las estancias y el exterior, con un buen número de ventanas cuidadosamente orientadas que aprovechan la brisa predominante, mantienen fresca la casa durante todo el año y facilitan la ventilación natural. Doce paneles solares ayudan a proporcionar electricidad. "Habitaciones luminosas y ventiladas enmarcan la vegetación circundante y sombras en movimiento decoran las paredes. El resultado es una atmósfera pacífica, óptima para relajarse después de un día de playa", explica el estudio.
La distribución interior distingue entre zonas sociales e íntimas, con un amplio espacio diáfano para descansar, cocinar y reunirse a la hora de las comidas. Una combinación de puertas altas pivotantes y paredes de vidrio retráctiles permiten que el área pública fluya hacia el jardín, donde espera una piscina rodeada por una terraza. En la azotea confortablemente amueblada, una pérgola de madera ofrece un mirador impagable para entregarse al ocio contemplativo del paisaje. El mobiliario ha sido mayoritariamente diseñado por CO-LAB y realizado por artesanos locales.