Una moderna casa en Hawái protegida por una roca volcánica

Los visitantes acceden a la vivienda por un camino privado, construido entre espectaculares formaciones de rocas de lava de cinco metros de altura, un paisaje accidentado que reduce el impacto visual de Kua Bay Residence desde la carretera. Ya desde la entrada se enmarca el océano gracias a las  amplias puertas de vidrio retráctiles de suelo a techo.

El arquitecto Greg Warner, de la firma Walker Warner de San Francisco, diseñó un pabellón central que da la bienvenida al exterior. De hecho, con sus puertas de cristal abiertas, la casa prácticamente desaparecería si no fuera por los materiales que le dan gravedad, como el cedro en paredes y techos, basalto en el suelo y mármol para cocinas y baños.
 

Con líneas limpias, grandes aberturas y geometrías sencillas, la estructura horizontal de la vivienda refleja el horizonte del océano y proporciona una elegante transición de la lava al mar.

El paisajismo corre a cargo de Lutsko Associates, que ha ideado un paisaje que emerge de la roca de lava para abrirse al infinito de vista panorámica al mar. Como a lo largo de la costa el agua de lluvia resbala entre las rocas y forma entre los huecos piscinas pequeñas, el estudio ha aprovechado esta característica para dejar que el agua pasase por la casa, enfatizando así aún más la  unión excepcional del edificio con su emplazamiento.
 

Las cuencas de agua de la casa, al abrigo de los vientos alisios, invitan a la calma mientras se disfruta de la vista única de las montañas y el océano.
 

Los interiores, elegantes y calmados, manifiestan una cuidadosa simetría, propia de los trabajos firmados por la interiorista Nicole Hollis, encargada de vestir esta casa de Hawái.  
 

En las habitaciones, la terraza exterior queda protegida cuevas de lava, que configura sofisticados espacios en los que es posible bañarse con total privacidad.