Los sueños pueden venir de fábrica
Refugio prefabricado en Finca Aguy (Uruguay), de MAPA Arquitectos
Fotos: Leonardo Finotti
Ideado para maximizar la experiencia de nuevos paisajes remotos, este refugio en Finca Aguy nació en una fábrica cercana a Montevideo y recorrió 200 kilómetros dentro de un camión hasta su destino final en Pueblo Edén, a la orilla de un sugerente paisajes de colinas cubiertas de campos de olivos. Nuevas formas de paisaje merecen nuevas formas de habitarlos, sostiene el estudio encargado del proyecto, MAPA Arquitectos, con sede en la capital de Uruguay y Porto Alegre (Brasil), especializado en vivienda prefabricada. Suyos son los diseños para la firma Minimod.
Aquí quisieron hacer algo diferente, un refugio de 115 metros cuadrados asentado sobre dos muros de piedra que sirve como atalaya y ofrece mayor fortaleza visual que otros proyectos de estas características. La vivienda consiste en la unión de dos módulos casi idénticos con una longitud de 12,5 metros cada uno.
Soluciones prefabricadas con conciencia medioambiental
La prefabricación permite trabajar con materiales procesados e industrializados, que habilitan procesos de montaje de alta precisión. Asimismo, amortigua la repercusión de la construcción en sitio, minimizando desechos, la necesidad de personal y los desplazamientos. En paisajes de alto valor natural como este, finalista en la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo 2016, es un valor fundamental el respeto por sus condiciones originales. Lo prefabricado como conjugación perfecta de naturaleza e industria.
Las casas no se mueven. Se hacen de materiales pesados, se unen con mortero, se usa hormigón. Estos preconceptos son duros de quebrar. Igual que la inmobilidad de lo construido. La prefabricación genera un modo de producción eficiente. La casa se produce en un ambiente controlado y se confecciona minuciosamente. No se transportan los materiales, se transporta la casa.
Construir en territorios alejados de los entornos en los que nos movemos habitualmente es un desafío. Es un ejercicio de voluntad. Es la posibilidad de insertar un espacio habitable en dominio de lo natural: lo remoto como posibilidad, como valor, como generador de dominios y condiciones. Lo remoto nos enfrenta a la soledad, a la conciencia de nuestra escala frente a lo vasto, a lo inmenso. Nos coloca en nuestro papel en la realidad.