[01] Para tomárselo con mucha calma Con base en Holanda, la arquitecta española Laura Álvarez es también clienta y promotora de Villa Slow, una casa de vacaciones para alquilar en el Parque Natural de Valles Pasiegos, en Cantabria. Nacida de una ruina de piedra en un terreno natural de poco más de dos hectáreas, Su ubicación estratégica sobre una pequeña colina orientada al sur otorga impresionantes vistas hacia el valle y la montaña, escenario ideal para evadirse de todo. [02] El refugio campestre de Ramón Esteve Al final de un camino bordeado de olivos, oculta entre grupos de cipreses, chopos y pinos, se extiende una larga construcción que corresponde a la tipología tradicional de vivienda de campo con cubierta a dos aguas, a la que el arquitecto Ramón Esteve, su propietario , ha aplicado un nuevo concepto del espacio. Esa faja perimetral envuelve el edificio como una gran capa de hormigón, una cáscara tradicional debajo de la cual se despliegan, modernos, los espacios interiores, compuestos por estancias que se materializan como cajas de madera de pino. [03] El paraíso de un urbanita en el Eixample Esta luminosa vivienda está en un clásico edificio del Eixample barcelonés, con fachada principal a la calle y galería posterior al típico patio interior de manzana. Es una obra de los arquitectos Ivan Serrano y Fernando Ansorena de Circular Studio. El cliente, un economista soltero en su treintena, les encargó esta reforma con el fin de crear una combinación equilibrada de áreas de intimidad con ambientes sociales y abiertos para recibir a sus amigos. La visión de los arquitectos fue generar un proyecto con ambientes fluidos y contemporáneos que respetan la formalidad clásica de los detalles y preserva ciertos vestigios –como los techos con molduras–, “porque nos gusta no perder la historia de los lugares” afirman. [04] La elegancia de la discreción Un recio muro de hormigón construye esta casa a las afueras de Pamplona diseñada por MLMR Arquitectos. En algunas zonas a la vista, en otras semienterrado, es un mecanismo de protección: por un lado protege a la vivienda de las orientaciones menos agradables –norte y oeste– y de miradas indiscretas desde las parcelas aledañas. Es, además, un mecanismo de contención de tierras, puesto que permite a la vivienda crear espacios llanos y adaptarse al fuerte desnivel del terreno. [05] Un piso de elegante serenidad En la reforma de este piso de 70m2, situado en el Barrio de Sarrià , la zona alta de Barcelona, lo primordial era aprovechar el espacio y crear una vivienda abierta y moderna. Con ese objetivo, el equipo de Coblonal Interiorismo, responsable de la reforma, creó un volumen central cubierto de madera de parqué, concebido como un espacio multifuncional, que se convirtió en distribuidor del espacio, lo que permitió, por tanto, prescindir de los pasillos. Este volumen engloba el escritorio, el baño, el armario, el cuarto de la lavadora/secadora y un mueble para almacenaje frente al salón-comedor. Todas las estancias gravitan alrededor de él, dando lugar a un hogar muy funcional que cubre todas las necesidades del cliente y que aprovecha al máximo el espacio. El uso de puertas correderas en toda la vivienda facilita la conexión sin obstáculos entre las diferentes áreas. [06] Una playa de ladrillo y madera en Barcelona Quién les iba a decir a los habitantes de toda la vida del antiguo barrio de pescadores de Barcelona que su paisaje cotidiano se acabaría convirtiendo en una de las zonas más hipsters de la Ciudad Condal. Y es que poder vivir junto al mar, gozar de la luz y el clima benigno mediterráneos, con la arena de la playa en los pies como quien dice, no tiene precio. Por muchas estrecheces que deban soportarse. O no, si se agudiza el ingenio y se sabe aprovechar hasta el último metro útil. Que es lo que ha hecho el equipo Egue y Seta en este apartamento de 48 metros cuadrados, bautizado oportunamente como Playa Urbana , reformado para Jacques y Hannes, una pareja de extranjeros que ha querido hacer de este rincón su particular refugio de verano. [07] Herencia ancestral En el cap de Barbaria, al oeste de Formentera, un pequeño bosque de pinos y sabinas se alza al poniente de una parcela donde se halla una casa tradicional de la región , de una arquitectura popular que se desarrolló ampliamente en los siglos XVIII y XIX. Una construcción sencilla, con cubierta inclinada a dos aguas, bien arraigada en el paisaje con sus muros de piedra seca. Marià Castelló recibió el legado y respondido al desafío con esta vivienda compuesta por la casa de piedra original y una volumetría de hormigón complementaria, fragmentada, adaptada al terreno y manteniendo intactas las fachadas características de este modelo arquitectónico heredado y reconstituido desde una concepción actual. Así, el resultado, además de no desvirtuar la construcción preexistente, se integra ejemplarmente en el frágil entorno. [08] Gris oscuro casi negro Estos elegantes interiores pertenecen a una vivienda situada en un barrio tranquilo y residencial de Getxo (Vizcaya), poblado de clásicas villas de estilo británico. Pero no es esta una casa señorial con un gran jardín de senderos que se bifurcan, sino un piso habitado por una pareja joven, aficionada al mundo del interiorismo y la arquitectura, y que encargó al estudio de interiorismo Sagaseta, con la aportación de los arquitectos de MLMR en la dirección de obra, la adaptación del piso a sus preferencias y necesidades. [09] El sencillo confort de Formentera Es una casita blanca perfecta, posada en el paisaje agreste de Formentera, sobre un lecho de grava de piedra autóctona, y rodeada de sabinas y pinos: una isla pequeña y cúbica en el interior de esa mágica isla balear, alargada como una lagartija. Está bien que hablemos de geometría y naturaleza (y del ancestral color blanco) al describir esta vivienda de dimensiones mínimas que ha realizado la arquitecta Marià Castelló. Se trata de una planta de 8x8 metros de lado, donde se ha incluido un programa de viviendas básico pero completo, en el que las zonas públicas (estar, comedor y cocina) actúan como espacios de distribución, logrando, así, estancias que podrían calificarse de espaciosas, dada la reducida escala predeterminada. [10] La otra dama de Elche En un barrio residencial consolidado de Elche, rodeada de viviendas en sus tres medianeras, la villa ZüV proyectada por Tomás Amat Estudio de Arquitectura (Pablo Belda+Tomás Amat) se enmarca en una parcela de 1.000 metros cuadrados con una superficie total construida de 590 metros cuadrados. El estudio ha resuelto un programa de necesidades complejo y con altas exigencias, tanto de privacidad como de calidad, para una pareja con dos hijos que tenía desde el principio una idea muy clara de lo que su nuevo hogar debía contemplar y transmitir: sencillez, elegancia y funcionalidad.