"Siempre trato de crear un interior atemporal, donde el cliente pueda volver y sentirse a gusto", cuenta la interiorista belga Charlotte Vercruysse. Precisamente esto es lo que logró en este proyecto en pleno centro de Gante: una reforma de un apartamento con tres dormitorios, dos baños y una cocina-sala de estar de planta abierta. Vercruysse ideó una casa hecha para disfrutar y, basándose en la arquitectura existente, diseñó un gran espacio de vida con un salón unido a la cocina, en el que reina un enorme sofá circular.
En todo el apartamento abundan piezas hechas a medida de la personalidad de la clienta, que se combinan con una arquitectura de líneas claras y fluidas y toques de color en espacios como la cocina, en la que destaca una isla en un potente tono verde, o el baño, donde añadió un revestimiento de cocciopesto en rosa pastel. Además, enfatizó la conexión con el exterior (la vivienda cuenta con vistas a un frondoso parque) a través de la ampliación de muchas de las ventanas. "Al igual que un arquitecto tiene en cuenta el entorno y la ubicación al diseñar, yo trabajo como arquitecta de interiores a partir de la caja existente. No solo es importante reestructurar y organizar los espacios, sino también generar emociones con ellos", concluye la interiorista.